La Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) anunció hoy, jueves, un proyecto de investigación para aumentar la capacidad de monitoreo del gas radiactivo radón en Puerto Rico.
Mediante comunicado de prensa, la EPA informó que el proyecto trabajará con la identificación de la presencia de radón en las comunidades. Además, servirá de base para la toma de decisiones de planificación, como la incorporación de características para reducir el radón en prácticas de la construcción, como parte de la labor de recuperación y reconstrucción tras desastres naturales.
Para lograr esto, las oficinas y laboratorios de investigación de la Región 2 de la EPA se asociarán con el Departamento de Ingeniería Civil y Agrimensura de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Mayagüez, a fin de utilizar estrategias novedosas para enfrentar estos problemas a través de la participación comunitaria.
“El radón es la principal causa de cáncer de pulmón en personas no fumadoras en Estados Unidos y la única manera de conocer el nivel del radón en el hogar es haciendo las pruebas correspondientes”, dijo Pete López, administrador regional de la EPA.
“Al aumentar la capacidad de monitoreo, utilizando equipo y técnicas de vanguardia, la EPA puede ayudar a la ciudadanía a determinar residencia con altos niveles de radón e involucrar a los miembros de la comunidad para prevenir el riesgo de exposición a fin de proteger mejor su salud”, agregó.
Por su parte, Pedro Tarafa Vélez, profesor asociado de Ingeniería Ambiental en la UPR- Mayagüez, indicó que, “como principal escuela de ingeniería en Puerto Rico, esperamos brindar a la EPA nuestro mejor apoyo técnico ofreciendo, a la vez, una verdadera oportunidad profesional a los estudiantes que participarán en el proyecto, aumentando la concienciación en nuestras comunidades sobre los efectos del radón y las prácticas de mitigación”.
El radón es un gas radiactivo invisible e inodoro, presente en la naturaleza, que se halla en suelos, piedras subyacentes y aguas subterráneas. Puede infiltrarse a través de aberturas en los pisos o paredes y acumularse en el aire interior de los hogares, escuelas y edificios de oficinas, presentando potencialmente un peligro grave para la salud.
Al momento, no se encuentra bien definida la extensión del radón en Puerto Rico, lo que limita la capacidad del gobierno local para implementar programas que reducirían sus riesgos.
El proyecto de la EPAofrecerá capacitación a los miembros de la comunidad para medir los niveles de radón utilizando nuevos dispositivos electrónicos destinados a evaluar niveles de radón que no se ven afectados por el clima húmedo ni por la inestabilidad eléctrica de Puerto Rico.
De acuerdo con la EPA, la recuperación y reconstrucción de las comunidades tras los huracanes Irma y María, en 2017, presentó una oportunidad para desarrollar estrategias de prevención y mitigación del radón.
Preliminarmente, la EPA enfocará el monitoreo e identificación de radón en los municipios de San Sebastián, Lares, Ciales, Arecibo, Morovis, Camuy y Hatillo.
Al determinar si las áreas tienen altos niveles de radón antes de reconstruir, la EPA puede colaborar con el gobierno central y los municipios, con el fin de incluir intervenciones en construcciones nuevas.