El domicilio del alcalde de la pequeña localidad de Haÿ-les-Roses, cerca de París, fue atacado en la madrugada del domingo por un coche que se estrelló contra su casa y luego se incendió, hiriendo a su esposa y a uno de sus hijos, denunció el edil.
Vincent Jeanbrun, alcalde de este suburbio parisino, informó en un comunicado en Twitter «un intento de asesinato de una cobardía indescriptible».
El fiscal de Créteil, Stéphane Hardouin, señaló que «las primeras constataciones indican que el vehículo fue lanzado con la intención de quemar la casa».
«Se encontró un acelerador en una botella de coca-cola», dijo, en referencia a un catalizador químico para atizar el fuego, y afirmó que estos hechos son de una «gravedad extrema».
Alrededor de la 1:30 de la madrugada mientras el alcalde estaba en la sede del municipio para coordinar la respuesta a los disturbios de los últimos días, «lanzaron un automóvil contra mi casa antes de prenderle fuego» dijo en Twitter.
Su esposa «resultó herida en la rodilla y actualmente está hospitalizada, uno de los niños resultó levemente herido», dijo a la AFP un allegado del alcalde de esta localidad de 30,000 habitantes.
La primera ministra, Elisabeth Borne, condenó el incidente que calificó de «intolerable» y llamó a que «los culpables sean procesados con la mayor firmeza».
Francia vive una ola de violencia desde la publicación del vídeo de la muerte de Nahel, un joven de 17 años, que falleció por un disparo a quemarropa de un policía durante un control de tráfico, el martes en Nanterre, cerca de París.
La ira degeneró en disturbios en Francia e indignación más allá de sus fronteras, especialmente en Argelia, país de donde es originaria la familia del joven muerto.