Varios medos británicos han difundido la historia de un hombre llamado Darren Peter Carvill, el cual se desempeñó durante muchos años como contador de una empresa en aquel país, sin que sus jefes sospecharan que desde hace tiempo había tejido un “plan maestro” para estafarlos.
Resulta ser que Darren robó 150,000 libras (unos $195,000 dólares) y antes de que alguien de la empresa descubriera su fechoría, decidió gastarse todo el dinero en una noche, asistiendo a una lujosa fiesta privada, en donde había champaña, drogas e incluso, pagó a por lo menos 9 prostitutas para que estuvieran con él, afirma el diario The Sun.
Al terminar la fiesta, según relata este periódico, Darren habría caminado por 15 minutos a una estación de tren y se dirigió a casa de sus padres, en donde vivía.
En efecto, pronto sus superiores se dieron cuenta de la estafa de Darren y no solo eso; también descubrieron que anteriormente había robado unas 110,000 libras (unos $143,000 dólares), mismos que gastó para realizar viaje por diversas partes del mundo.
La semana pasada, el hombre testificó ante un tribunal en donde aceptó su culpabilidad ante 18 cargos de fraude en su contra y fue sentenciado a pasar 2 años y medio en la cárcel.