NUEVA YORK._ El Departamento de Policía (NYPD), confirmó el sábado que el dominicano Luis Lizardo Reyes, de 42 años de edad, muerto a manos de un agente de la uniformada, después de herir en una axila al oficial Justin Vartanian del cuartel 34, en la avenida Wadsworth y la calle 187 en el Alto Manhattan, el jueves, era un activo pandillero de Los Trinitarios.
Lizardo Reyes, estaba disparando al aire en la transitada intersección, cerca de la iglesia Santa Elizabeth, cuando el oficial que baleó estaba tratando de detenerlo.
Lizardo Reyes, de acuerdo al comunicado, huyó pistola en mano, se metió en una estacionamiento privado propiedad del dominicano Christian Espinal, quien también fue testigo del hecho, se agachó detrás de un carro, de donde disparó al oficial, que fue impactado levemente por la bala.
El compañero de patrulla de Vartanian, respondió el fuego del presunto pandillero, disparando tres plomos, uno de los cuales alcanzó a Lizardo Reyes en el pecho.
Fue declarado muerto en el hospital Presbiteriano del Alto Manhattan, mientras el policía herido fue tratado en el hospital Mount Sinai / Saint Lukes, donde fue curado y despachado el viernes.
El muerto, dijo el NYPD, tenía 9 arrestos previos entre ellos, uno por intento de homicidio.
El hecho ocurrió a las 4:30 de la tarde, cuando llamadas al 911, alertaron a emergencias sobre los disparos al aire que hacía Lizardo Reyes, y docenas de policías auxiliados por un dron, un helicóptero y perros amaestrados incursionaron en la zona, en busca de otro supuesto tirador, que no apareció, porque se trató de una información falsa.
Los investigadores dejaron claro que en el enfrentamiento, solo estuvieron involucrados los policías actuantes, el pandillero muerto y el oficial herido.
Los policías que enfrentaron a la víctima estaban encubierto.
Espinal dijo que uno de los carros aparcados en su estacionamiento, recibió un balazo en la carrocería.
El sospechoso murió en el lugar de un disparo en el pecho a manos de la policía.
Acompañado de su esposa, el policía herido fue recibido a su salida del nosocomio por docenas de sus compañeros que lo aplaudieron y celebraron que esté vivo.
El jueves en la noche, el alcalde Bill de Blasio y el comisionado del NYPD, James O´Neill, ofrecieron amplios detalles de la escena en una conferencia de prensa.