De los 38 pasajeros que naufragaron el miércoles cuando zarparon en un bote hacia Trinidad y Tobago desde la localidad de Güiria, en el estado Sucre, al noreste de Venezuela, entre pescadores y equipos de rescate han logrado rescatar a nueve personas. Dos cuerpos fueron hallados en la deriva en las aguas del caribe.
Protección Civil, un cuerpo de rescate de la entidad, ha asegurado que el total de los balseros era de 38, aunque al principio se hablaba de 35. Por otra parte, un registro oficial de la Guardia Nacional aparecen los nombres de 23 tripulantes. Lo cierto es que hasta el momento, el régimen venezolano ha mantenido absoluto silencio sobre el caso y las cifras siguen siendo inciertas.
Se cree que los venezolanos salieron en la madrugada del miércoles hacia la pequeña isla caribeña huyendo de la profunda crisis del país que ha afectado a toda la población. Familiares de los desaparecidos se han quejado de que no se realizó la búsqueda vía aérea, y que por el contrario embarcaciones privadas hicieron rastreos para hallar a los náufragos.
El bote naufragó en Isla Los Patos. Horas después del accidente dos balseros, entre ellos el capitán y una mujer, fueron rescatados en Boca de Dragón, una zona fronteriza marítima ubicada entre Venezuela y Trinidad. De momento no se ha confirmado si los venezolanos iban ilegales a la pequeña isla caribeña, ubicada a cien kilómetros del país petrolero.
Medios locales indicaron que el peñero, de aproximadamente 10 metros de longitud, salió de Güiria sin permiso y sin un listado oficial de pasajeros. Los primeros dos rescatados explicaron que el bote se volcó por el fuerte oleaje, pero también se cree que la embarcación iba con sobrepeso.
Trinidad y Tobago es la opción económica, y riesgosa, de los venezolanos que buscan desesperadamente migrar porque no tienen recursos para ir a países que se encuentran en el continente. A través de peñeros o embarcaciones ilegales, y sobrecargados, entran constantemente en la isla.
El gobierno de ese país reportó en septiembre del año pasado que había 118 personas en el Centro de Detención de Inmigrantes, en Puerto España (capital de Trinidad y Tobago), 75% de ellas por entrar al país ilegalmente, y la mayoría eran venezolanos.