En Ghana tienen por costumbre celebrar los funerales a lo grande. Al menos, no de la manera tradicional. Allí se hacen fiestas, se baila y se rinde homenaje al difunto. Es un día de júbilo. Pero algo siempre puede salir mal.
Y en este caso así fue. Transportaban el féretro entre cinco personas, el problema es que lo hacían mientras bailaban. Así que cuando fueron a dar uno de los giros más peligrosos, el ataúd se precipitó al suelo y el difunto con él.
Acto seguido, los propios protagonistas del vídeo no se lo pueden creer y se llevan las manos a la cabeza. ¿Y ahora qué?
Fuente: sputniknews.com