La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, y el gobernador Andrew Cuomo se unieron a otras autoridades a lo largo de la nación que no cooperarán con las redadas de Inmigración y Control de Aduanas (ICE-DHS) que, según el mandatario Donald Trump, comenzarán este fin de semana para deportar a “millones de indocumentados”.
“El uso del presidente Trump de las familias migrantes y los solicitantes de asilo como sacos de boxeo políticos es un acto despreciable de racismo y xenofobia que es antitético a nuestros valores humanos básicos”, criticó James en un comunicado.
“Si estás aquí ilegalmente, debes ser retirado”, dijo el miércoles a los reporteros el jefe interino de ICE, Mark Morgan, tras el anuncio en el Twitter del presidente. “Y en este caso, eso incluye a las familias”, agregó.