Mucho se habla de la laguna Cristal. Se dice que nadie sabe su profundidad exacta o hasta se rumorea de un pez gigante que habita sus aguas.
Arrinconada contra los mogotes del Parque Nacional Los Haitises, esta laguna de unos 70 metros de diámetro, da nombre a la pequeña comunidad que la rodea, donde habitan unas 700 personas que se dedican primordialmente a la agricultura.
En su extremo oeste, al pie del manantial, se levantó un “mojón” que marca el punto exacto donde se besan tres provincias, Samaná, Monte Plata y Duarte.
Los Haitises, famoso productor de agua, escupe desde el subsuelo bocanadas de agua fría y pura, en un flujo constante con minerales que le dan el color turquesa a este pacífico cuerpo de agua.
Hacia el norte miles de tareas de arroz, mientras hacia el sur la exuberante vegetación es adornada por explosiones florales amarillas y naranjas de la Chrysothemis decne.
En la siguiente imagen de 360 se puede apreciar la laguna Cristal desde un drone.
Los mapas en las aplicaciones móviles no registran el último tramo de una carretera de tierra, que conduce desde inmediaciones del peaje de Guaraguao en la Autopista del Nordeste. Unos dos kms donde la topografía caliza del parque se interrumpe bruscamente con la planicie del bajo Yuna.
La vida de la comunidad gira entre la agricultura y la laguna, desde esta se puede llegar a la bahía de Samaná en bote pasando por el río Barracote. Personas de la comunidad ofrecen el tour en bote a los pocos turistas que llegan a la zona.
Si tienes suerte podrás ver gavilanes de La Española, que han vuelto a reclamar este lugar como suyo, gracias al cuidado de Peregrine Fund y la comunidad, quienes están ayudando a la especia a no desaparecer.
Una de las rutas más utilizadas es llegando a la comunidad Guaraguao, ubicada justo en el tercer peaje de la autovía de Samaná. Recorrer un par de kilómetros, conforme las señalizaciones.