La Tercera sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional aplazó para el nueve de diciembre el conocimiento del recurso de apelación con el que Martín Batista Ogando busca que se le reduzca la condena de 30 años de prisión que le fue impuesta por la muerte de su expareja, Geraldine Sánchez Baldera.
La fecha de la audiencia coincide con el día en que la Geraldine cumpliría 31 años de vida.
El aplazamiento se debió a que el imputado ni su abogado se presentaron al tribunal sin ningún tipo de justificación.
Tras conocerse la decisión, Evangelista Baldera lamentó tener que acudir a los tribunales justamente el día en que la familia pudo estar festejando, pero reiteró que confía en que la justicia ratifique la condena impuesta a Batista, al afirmar que este había planificado matar a su hija, por lo que fue a su lugar de trabajo.
«Yo confío en los jueces. En que esos 30 años se mantengan, porque lo que él hizo fue un crimen muy horrendo y muy a la vista y muy claro y algo que él no va a poder decir que le van a bajar años, porque no hay motivo para eso, porque él no se lo merece. Ni con esos 30 él paga el dolor y el sufrimiento de esta familia», dijo.
De su lado, Zaida Carrasco, abogada de la familia Baldera, sostuvo que nada de lo que puedan alegar el imputado y su defensa tienen la posibilidad de que se varíe la pena impuesta, porque los hechos que la motivaron fueron debidamente probados a lo largo del proceso que se siguió.
Geraldine Sánchez Baldera fue ultimada de un disparo en la cabeza por su expareja Martín Batista Ogando el 25 de noviembre de 2007 frente a su lugar de trabajo en el sector Galá del Distrito Nacional, luego que éste la llamara con la excusa de entregarle dinero y artículos para un hijo de ambos.