Con actuaciones imperiales de Anthony Davis y Lebron James, Los Ángeles Lakers lograron un contundente triunfo por 116 a 98 ante los Miami Heat en el primer partido de las finales de la NBA en Disney World (Orlando).
Además de la derrota, cuyo marcador lograron reducir en el último cuarto, los Heat sufrieron las lesiones de dos piezas clave, el base esloveno Goran Dragic (pie izquierdo) y el pívot Bam Adebayo (esguince de hombro), que no pudieron terminar el juego y se desconoce qué periodo de recuperación necesitarán.
Los Lakers, que dejaron sentenciado el juego en el tercer cuarto con ventajas de hasta 30 puntos, fueron liderados por sus estrellas LeBron James (25 puntos, 13 rebotes y 9 asistencias) y Anthony Davis (34 puntos y 9 rebotes).
No es una definición más en la historia de la NBA. Después de la cancelación en marzo pasado de la temporada debido al avance de la pandemia de coronavirus en Estados Unidos, una de las ligas más importantes en el mundo del deporte volvió a demostrar su capacidad y organizó una burbuja en Orlando que le permitió reanudar la competición y llegar al final de la campaña con un alto nivel de juego.
Miami Heat y Los Ángeles Lakers son los protagonistas de una final sin precedentes en la historia. Por primera vez, dos conjuntos que no habían clasificado a los playoffs en la temporada anterior, buscan quedarse con el trofeo Larry O’Brien. De una lado está el equipo de Jimmy Butler, figura del campeón de la Conferencia del Este. Del otro, nada menos que LeBron James, el hombre que se mudó a una de las franquicias icónicas de la NBA para devolverle el éxito deportivo tras una década de frustraciones.
Con récord de 44 triunfos y 29 derrotas, Miami terminó en el quinto puesto del Este y se transformó en el único equipo en la historia de la competición desde que existe el formato actual de competencia -comenzó en la temporada 1983/84- en alcanzar la definición de la NBA tras acabar en dicha posición en la fase regular.
En los playoffs, el conjunto que dirige Erik Spoelstra primero barrió en la serie inicial a los Indiana Pacers (4-0), luego eliminó a los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo (4-1) y en las finales de la conferencia superó a Boston Celtics (4-2). Gracias a un juego sólido, con puntos altos como el propio Butler, Bam Adebayo, el base esloveno Goran Dragic y con el joven fantasía Tyler Herro viniendo desde el banco de suplentes, el Heat sabe buscará el cuarto campeonato de la NBA en su historia.
Los Lakers son los grandes favoritos a quedarse con el título número 17 de su historia, la misma cantidad que tiene su archirrival, los Celtics. De la mano de un LeBron superlativo, que fue el jugador más influyente de toda la temporada de la NBA, más el valor que agregó la franquicia angelina con la llegada del gigante Antonhy Davis, el equipo de Frank Vogel buscará concluir un mandato especial que persigue el equipo: ganar y dedicarle la victoria a la memoria del ya desaparecido Kobe Bryant. Después de ser los mejores del Oeste (52-19), superaron en la postemporada a Portland Trail Blazers, Houston Rockets y en la final de la conferencia dejó atrás a los Denver Nuggets, todos por 4-1.
El caso de Davis debe ser de cuidado para Miami. El número 3 de Los Ángeles se nutrió de todo lo que le dio James y en estos playoffs elevó su rendimiento dentro de la cancha. Tanto que llega a las finales con un promedio de 29.6 puntos en su participación en la postemporada, un registro que sólo otros dos jugadores alcanzaron una puntuación más alta con un mínimo 25 partidos: Michael Jordan (33.4) y Allen Iverson (29.7).
Heat vs. Lakers al mejor de siete partidos. El que consiga triunfar en cuatro ocasiones, tocará el cielo con las manos en la mejor liga del mundo del básquet. Llegó el día tan esperado. El día que comienza la gran definición de la NBA. Dos grandes equipos buscarán festejar en Disney y quedar en la historia como los campeones de la burbuja en Orlando. (Infobae.com)