El acné no es exclusivo de la pubertad y la adolescencia y muchas personas adultas lo padecen. Es una alteración dermatológica que se manifiesta en forma de inflamación e infecta los poros de la piel en los que existe pelo.
Pueden deberse a los cambios hormonales, desequilibrios hormonales, pero también al mal uso de los cosméticos y a ciertos hábitos que los provocan. Aquí te listamos algunos de ellos.
Hábitos que incrementan el acné
Algunos cosméticos obstruyen los poros: esto sucede, principalmente, cuando quieres camuflar los granos del acné. Si estos productos contienen grasa, aceites, derivados de siliconas o químicos, lo que hacen es empeorar la situación, ensuciar el poro y aumentar la irritación de la piel. Debes limpiar tu piel en profundidad para disminuir el exceso de sebo, usando un gel limpiador con poder astringente.
No vas al dermatólogo: esto debería ser lo primero que hagas, para que él pueda determinar la causa y el mejor tratamiento para reducir el acné.
Usas malos productos capilares: algunos tienen sulfatos agentes hidratantes pesados y las siliconas que pueden obstruir los poros. Observa de cambiarlos y también evita que, al enjuagarte, caigan en tu cara.
Frotas demasiado tu piel: a la hora de exfoliarte, no debes excederte y hacerlo más de dos veces por semana, porque sino podrías aumentar la irritación ya existente.
Fumar: el tabaco reduce drásticamente la microcirculación de la piel, lo que disminuye, entre otras cosas, el buen funcionamiento de nuestra dermis y aumenta el riesgo de sufrir infecciones como la del acné.


