Ellos son los que acompañan día y noche, los peludos compañeros de piso que con el paso del tiempo se convierten en nuestros mejores amigos y hasta en miembros adicionales de la familia, pero ¿en realidad sabemos cómo comunicarnos con ellos? A veces un ladrido, un maullido, un mueble destrozado, un bostezo o hasta una mirada triste puede tener un significado completamente diferente de lo que te puedes imaginar. Por eso aquí hemos recopilado algunas pistas y consejos que te ayudarán a interpretar el lenguaje secreto de tu mascota y así estar más cerca de entender lo que realmente nos quieren decir.
El estrés felino
El estrés no hace que pierdan la gracia. (PEXELS/INGE WALLUMRØD )
Los gatos normalmente son la realeza del hogar que habitan (o por lo menos actúan como si lo fueran), pero hasta ellos son vulnerables al estrés. Las señales que dan a entender que un pobre gatito está estresado son las siguientes: ojos anchos, sus bigotes señalando hacia adelante y sus orejas planas y cada una apuntando a un lado distinto.
La ansiedad canina
Hasta cuando están ansiosos son bellos. (PEXELS/PIXABAY)
La salud mental del canis familiaris, o perro, también es susceptible a situaciones que consideran intolerables y una de ellas es verse separado de su persona favorita. Una reacción común ante este tipo de acontecimiento es el aullido, aunque uno no está para escucharlo, pero también puede expresar esta ansiedad con gimoteos, una actitud inquieta, destrozando muebles, rascándose constantemente y excavando.
Un desafío indirecto
Es mejor evitar el mirar directamente a sus ojos por muchos tiempo. (PEXELS/FRANCESCO UNGARO)
Si no quieres instigar la discordia en tu hogar lo más recomendable es que no te quedes mirando directamente a los ojos de tu gato. Para un felis silvestris catus, mejor conocido como gato, el contacto visual y prolongado es un gesto agresivo y te verá como alguien que en cualquier momento puede tratar de agredirlo.
La armonía de un perro
El volumen y tono del aullido puede alterar su significado. (PEXELS/MIN AN)
Cualquier perro puede tratar de comunicarse a través de gruñidos, ladridos, jadeos y otros tipos de expresión auditiva, pero lo que realmente determina la intención de tu mascota es cómo hace cualquiera de estos gestos. Por ejemplo, los sonidos más graves son amenazas y los más agudos son súplicas; los sonidos que se repiten con mayor frecuencia y volumen implican excitación y urgencia.
El idioma de la cola
La cola de un gato tiene su propio idioma. (PEXELS/ARINA KRASNIKOVA )
Un gato puede expresar muchas emociones y futuras acciones a través del movimiento de su cola. Por ejemplo, cuando la cola está arriba y con una torcedura al final puede ser un saludo amistoso o una señal de alerta porque acaba de ocurrir algo; una cola que se mueve de lado a lado puede significar que un gato está decidiendo qué acción tomar, pero si lo hace mientras está agachado, ¡prepárate! ¡Está a punto de saltar! Además, si el gato tiene la cola hacia un lado y se está moviendo, eso quiere decir que tu amigo felino está enfadado.
En busca de cariño
Cuando ellos solo quieren cariño. (FREEPIK)
No es por nada que los perros son reconocidos por ser el mejor amigo del humano y por eso no es raro que de vez en cuando, o muy a menudo dependiendo de la personalidad de tu mascota, traten de llamarte la atención para que lo rasques o lo acaricies. Entre las acciones que tomará para buscar tu cariño están presionar su nariz o cara a tu pierna, lamerte la mano varias veces, levantar sus patas delanteras para presionarlas sobre ti y arrastrarse por el paso con movimientos cortos.