Si estás intentando bajar de peso, sabrás que uno de los principales enemigos es la ansiedad. Muchas veces se presenta como una necesidad imperiosa por comer cualquier bocado, pero esto atenta contra tus objetivos.
Hay varios factores que influyen en que una persona tenga esta problemática. Uno de los más comunes es la escasa densidad nutritiva de los alimentos que consumimos. Las dietas modernas son deficientes en nutrientes, en especial las que tienen abundancia de comida chatarra o pesada. Esto produce una paradoja: comes mucho, pero igualmente tienes hambre. Hay obesidad y desnutrición al mismo tiempo.
Si tienes ansiedad al comer, debes comenzar a analizar qué es lo que comes. Observa la cantidad de vegetales, frutas y proteínas que comes durante el día. Si no estás comiendo vegetales todos los días, deberás comenzar a hacerlo. Está claro que también necesitas otros alimentos, pero el indicativo de los vegetales es un buen primer paso.
Por supuesto, lo ideal es consultar con un nutricionista para que pueda indicarte la mejor rutina alimentaria.