La búsqueda de un periodista británico y un indigenista desaparecidos desde el domingo pasado en un remoto rincón de la Amazonía proseguían este martes, en medio de la fuerte presión local e internacional por un mayor compromiso y más acciones concretas por parte del Gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
El periodista británico Dom Phillips, colaborador de The Guardian, y el indigenista brasileño Bruno Araújo Pereira se encuentran desaparecidos desde hace más de 60 horas en el valle de Javari, una región de selva fronteriza con Colombia y Perú, donde ambos realizaban una investigación cuando se les perdió la pista.
El Ministerio de Defensa comunicó este martes que un helicóptero, dos embarcaciones y una moto acuática militar se sumaron a los efectivos del Ejército para dar apoyo en la «búsqueda ininterrumpida» por las vías «aérea, fluvial y terrestre» de los desaparecidos, aunque sin informar el tamaño del contingente.
Ante la falta de más detalles sobre el operativo, la esposa de Phillips, Alessandra Sampaio, grabó un video en el que hizo un llamado al Gobierno federal y a los «órganos competentes» para «intensificar las búsquedas», porque la familia «todavía tiene un poquito de esperanzas de encontrarlos».
Funcionarios públicos de la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai) realizaron igualmente este martes, en la capital Brasilia, una vigilia en la que criticaron, como lo han hecho otras organizaciones sociales, la falta de movilización y el envío de más efectivos para las búsquedas por parte de las autoridades.
«Encaminamos oficios a diversas autoridades y vamos a continuar porque la vida importa y continuaremos insistiendo para que todas las medidas sean tomadas. No se puede banalizar, porque no fueron personas que fueron a hacer una aventura», dijo durante la vigilia la diputada federal indígena Joenia Wapichana.
Ya Bolsonaro, en una entrevista al canal SBT, deseó este martes que Phillips y Araújo «sean encontrados», pero admitió que entre las hipótesis que se contemplan está el que «hayan sido ejecutados», dando a entender que los dos desaparecidos pudieron haber sido imprudentes, al adentrarse en una región «salvaje» en la que «todo puede ocurrir».