El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, denunció este viernes un intento de golpe de Estado promovido por los líderes de las protestas contra su Gobierno, quienes consideraron la posibilidad de iniciar en la Asamblea Nacional, un proceso para destituir al jefe de Estado.

Mediante un mensaje a la nación difundido por televisión y redes sociales, el mandatario hizo un llamado a la munidad internacional para advertir este intento de “desestabilizar la democracia de Ecuador”.

El mandatario acusó al presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, principal promotor de las movilizaciones, de buscar «el derrocamiento del Gobierno» tras anunciar este que Pachakutik, brazo político de la Conaie, evaluará solicitar en la Asamblea la destitución de Lasso, según una información de EFE.

Lasso lamentó este anuncio, ya que, según el mandatario, se produce luego de que el Gobierno aceptó su solicitud de dejar al movimiento indígena ingresar a la Casa de la Cultura Ecuatoriana para instaurar una “asamblea popular”.

Según recoge la nota de la agencia, la Constitución del referido país, en el numeral 2 de su artículo 130, contempla la posibilidad de destituir al gobernante «por grave crisis política y conmoción interna», lo que puede ocurrir en 72 horas una vez aceptada la moción.

Esto sería una realidad si las dos terceras partes de los miembros de la Asamblea vota a favor, y de prosperar, el vicepresidente asumiría la Presidencia.

En un plazo máximo de siete días después de la publicación de la resolución de la destitución, el Consejo Nacional Electoral (CNE) convocaría para una misma fecha a elecciones legislativas y presidenciales anticipadas.

Mientras tanto, las autoridades evalúan usar armamento letal o perdigones contra los manifestantes, según informó el ministro de Interior, Patricio Carrillo.