Un estudio sobre la biodiversidad mundial realizado por más de 60 expertos de todo el mundo sobre la pérdida de biodiversidad revela que hay más especies en peligro de extinción de lo que se pensaba, por lo que los científicos consideran que es necesario actuar para evitar la extinción masiva, según publican en la revista ‘Frontiers in Ecology and the Environment’.
«La pérdida de biodiversidad es uno de nuestros mayores retos medioambientales en el mundo, probablemente más importante que el cambio climático. El problema del cambio climático puede corregirse dejando de emitir más dióxido de carbono a la atmósfera. Y si se pierde una especie, desaparece para siempre», advierte el profesor Johannes Knops, investigador de la Universidad de Xi’an Jiaotong-Liverpool, en China.
Se trata de uno de los primeros estudios que reúnen diversos datos geográficos y demográficos de miles de expertos internacionales en biodiversidad. Su objetivo es identificar las lagunas de conocimiento y las diferencias de opinión de los expertos en el campo de la biodiversidad.
La perspectiva de cada experto contribuyó a una evaluación exhaustiva de la pérdida de biodiversidad y de los factores más influyentes que afectan a los ecosistemas del mundo.
Hubo un consenso abrumador en que la pérdida global de biodiversidad probablemente limitará el funcionamiento y las contribuciones de la naturaleza a las personas.
Las conclusiones sugieren que pueden estar amenazadas más especies de lo que se pensaba. Los expertos estiman que, desde el año 1500, el 30% de las especies se han visto amenazadas de extinción o se han extinguido. Si las tendencias actuales se mantienen, esta cifra podría aumentar hasta el 37% en 2100. Sin embargo, con esfuerzos de conservación rápidos y amplios, esta cifra puede reducirse al 25%.
El estudio también señala que los factores que más influyen en la pérdida de biodiversidad son el cambio climático, la contaminación y el cambio de uso de la tierra y el mar y la explotación.
«La pérdida de biodiversidad se produce en muchos lugares diferentes, y hay lagunas en nuestra comprensión común de la misma. Esta colaboración puede ayudarnos a llegar a un consenso sobre dónde realizar esfuerzos para mejorar la biodiversidad», destaca el profesor Knops.