Este viernes, el barrio porteño de Almagro amaneció con un accidente que podría haber terminado en una tragedia fatal. A las 2.25 de la madrugada, un conductor alcoholizado se durmió al volante y terminó incrustrado en un kiosco. Un cliente y un empleado del local, ubicado en Castro Barros y Avenida Belgrano, lograron salvarse de milagro.
Las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona registraron el impactante momento en el que el vehículo atraviesa todo el frente del kiosco, el cual quedó completamente destruído.
Al momento del choque, el conductor presentaba un total de 2,4 gramos de alcohol en sangre, 4 veces más del nivel permitido en la Ciudad de Buenos Aires, donde el máximo tolerado es de 0,5.
Un auto atravesó un kiosco en Almagro
En los instantes previos al incidente, un cliente visualizó las luces del auto que se acercaba rápidamente, y de manera inmediata, corrió hacia uno de los laterales, logrando escapar a tiempo. Dentro del kiosco se encontraba Marcos, uno de los empleados del turno nocturno. “Estaba despachando unos cigarrilos. En ese momento escucho el freno del móvil. Cuando me doy vuelta, ya tenía el auto encima. Pude retroceder un poco, pero quedé presionado en el fondo del local”, contó el encargado del kiosco al canal C5N.
“Veo que el conductor no estaba conciente, y que también estaba impactado”, agregó Marcos, quien asegura que se salvó “por obra de Dios”.
“En ese momento el cliente cambió de opinión y me pidió otro tipo de cigarillos y tuve que ir al fondo”, detalló el empleado del comercio.
Un cliente y un empleado del local lograron escapar a tiempo.
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