Con una oposición debilitada, que se retiró de la sesión en la Cámara de Diputados, pero sin causar efecto alguno, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) dio su primera demostración de fuerza en el Congreso Nacional pasando sin retraso ni trabas el proyecto que declara la necesidad de una reforma constitucional.
En su sesión de ayer, la Cámara Baja aprobó cómodamente la pieza con una arrolladora votación de 136 votos a favor, todos del oficialismo.
La oposición, que dijo sentirse atropellada en el proceso, decidió retirarse de la sesión de trabajo alegando que los oficialistas han impuesto “una dictadura legislativa” donde no se le escucha.
Sin embargo, aún con el abandono de la sala de los legisladores de Fuerza del Pueblo y el Partido de la Liberación Dominicana, la sesión continuó con normalidad porque la matrícula reglamentaria no se rompió.
La acusación de “dictadura legislativa” fue respondida por el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, quien recordó a los opositores que ellos tomaron la mayoría de los turnos de ponencia mientras se discutía el proyecto constitucional y negó que el oficialismo tenga el objetivo de aplastar a las minorías en el Poder Legislativo.
Tras la aprobación del proyecto, la Asamblea Nacional (compuesta por diputados y senadores) deberá reunirse en los próximos 15 días para aprobar o rechazar los cuatro puntos que el presidente Luis Abinader propone modificar en la Constitución.
Los aspectos que se buscan cambiar en la Carta Magna son la reducción de 190 a 170 Diputados; la unificación de todas las elecciones; un nuevo método para elegir al procurador general y una cláusula pétrea que impida a los presidentes mantenerse al frente del Poder Ejecutivo por más de dos periodos gubernamentales.
Oposición: “Estorba”
Las dos bancadas políticas, que suman alrededor de 40 diputados, se retiraron de los trabajos en medio de la sesión por considerar que “estorban” en el encuentro legislativo ya que, como dijeron, el PRM ha impuesto su postura en las discusiones.
Los diputados Rafael Castillo y Gustavo Sánchez, quienes son los voceros de la Fuerza del Pueblo y del PLD, respectivamente, alegaron que su participación en el hemiciclo es innecesaria ya que los legisladores del oficialismo supuestamente han rechazado escuchar a los opositores durante todo el proceso de discusión de la reforma constitucional y durante los debates en una comisión bicameral.
Además, acusaron a los diputados del partido gobernante de aprobar un proyecto “ilegítimo” que no cuenta con el respaldo de todos los partidos y de la sociedad.
El proyecto de ley que declara la necesidad de una reforma constitucional fue sometido por el Poder Ejecutivo el 19 de agosto. Un mes y medio después, el Senado aprobó la iniciativa en dos lecturas consecutivas tras acoger un informe que presentó una comisión bicameral donde se recomendaba la aprobación. Ayer, la Cámara de Diputados imitó el proceso y aprobó el proyecto de urgencia y en dos lecturas seguidas. Pasado este procedimiento, la Asamblea Nacional deberá reunirse en 15 días o menos para evaluar si aprueba, rechaza o cambia las propuestas de modificación a la Constitución que propone el presidente Luis Abinader desde antes de asumir su segundo periodo gubernamental.