La comunidad internacional tiene que comenzar a cambiar su perspectiva sobre Israel de la misma manera que hizo con la Sudáfrica del «apartheid«, y una hipotética victoria de la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, podría ayudar a ese cambio, aseguró este viernes el embajador palestino ante Naciones Unidas, Riad Mansur.
«Tenemos la esperanza de que si gana será más receptiva a tener una visión global de la cuestión y a jugar un papel más activo en la solución de dos Estados que lleva tanto tiempo sobre la mesa», señaló Mansur, quien viajó a Ginebra para participar en un encuentro sobre derechos humanos.
La candidata demócrata, afirmó, tiene un «bagaje menos excesivo» que su contendiente, el republicano Donald Trump, quien trasladó la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén durante su presidencia, «lo que significaba admitir la anexión de toda esa ciudad por parte de los ocupantes israelíes».
«Además, Trump presentó un supuesto ‘gran acuerdo’ que en esencia daba al primer ministro (israelí) Benjamin Netanyahu todo lo que quería en lo tocante a la cuestión palestina«, rememoró el diplomático.
La imagen de Harris
Mansur también consideró más positiva la imagen de Harris que la del actual presidente, Joe Biden, también demócrata, quien suspendió la ayuda norteamericana a la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNRWA) y «se considera orgullosamente un sionista que siempre ha sido muy cercano a Israel«.
El embajador insistió en que Estados Unidos y otros países deben comenzar a criticar abiertamente unas acciones israelíes que «les están avergonzando y muestran su hipocresía al compararlas con la situación entre Rusia y Ucrania».
«Es cuestión de tiempo que se tomen decisiones importantes al respecto, y esperamos de verdad que eso se logre si Harris vence las elecciones, pero aún no sabemos si será así», destacó el embajador.
Mansur comparó el giro diplomático que se necesita respecto al conflicto en Oriente Medio con el que hubo durante la Sudáfrica del «apartheid«, cuando muchos países occidentales comenzaron a aislar a ese Gobierno y su sistema de exclusión racial acabó por caer.
«Empezó con países europeos y Estados Unidos, y ahora vemos en nuestro caso que gobiernos como España o Noruega comienzan a reconocer el Estado de Palestina. Antes pensaban que ese reconocimiento debería llegar al final del proceso de paz, pero ahora están modificando su posición», analizó.
«Vemos esos cambios de dirección, necesitamos más, y que Estados Unidos cambie. Los resultados de las elecciones la próxima semana impactarán en ello, y sinceramente esperamos que ayuden a facilitarlo», recalcó.