Todos los indicadores sobre la ayuda humanitaria en Gaza «van en la mala dirección» y el acceso de suministros vitales está a un nivel muy bajo, mientras «el caos, el sufrimiento, la desesperanza y el desplazamiento» están en su punto más alto, dijo este viernes en Ginebra un representante del organismo de la ONU que coordina la ayuda humanitaria.
En oposición a la versión de Israel de que está dejando entrar la ayuda requerida y que son los organizaciones humanitarias las que no están cumpliendo con distribuirla, la ONU sostiene que su intención de aliviar el sufrimiento choca con la falta de acceso y de garantías de seguridad del lado israelí para el transporte de la ayuda dentro del enclave palestino.
«Todos los indicadores en los que es posible pensar en una respuesta humanitaria van en la mala dirección», sostuvo el portavoz de la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), Jens Laerke.
Señaló que la situación más grave se vive en el norte de Gaza, que está asediada por las fuerzas israelíes «y a la que es prácticamente imposible hacer llegar cualquier ayuda«.
Israel no autorizó tres misiones humanitarias planificadas para este jueves por la ONU con intención de llegar al norte.
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El ritmo medio de entrada de camiones con ayuda ha sido en las últimas semanas de menos de cuarenta al día, frente a por lo menos 500 que son necesarios para cubrir las necesidades esenciales de una población de cerca de 2.2 millones de personas.
Los viajes, además, son muy peligrosos, a pesar de que corresponde a Israel, como potencia ocupante del territorio, garantizar su seguridad, de acuerdo a las normas del derecho humanitario internacional.
Según OCHA, este jueves catorce de los veinte camiones que habían entrado por un paso fronterizo recientemente abierto hacia el sur del enclave fueron atacados por disparos y saqueados, y tres conductores resultaron heridos.
Solo seis camiones llegaron al almacén de la localidad de Deir al Balah, que era su destino.
Hace más de un mes, Israel había recibido por parte de su principal aliado, Estados Unidos, un aviso formal de que tenía treinta días para mejorar el acceso a la ayuda humanitaria de los palestinos, pero distintos actores humanitarios sostienen que nada ha mejorado.
Mientras tanto, las advertencias de que el norte de Gaza, donde se encuentran cientos de miles de personas, puede entrar en una fase de hambruna, se multiplican.
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