Las autoridades australianas emitieron este martes una alerta ante el riesgo de apagones en los próximos días a consecuencia de la ola de calor, la primera de esta temporada primaveral, que afronta el este de Australia.
Los pronósticos meteorológicos apuntan a que las temperaturas podrían llegar mañana a casi 40 grados centígrados en los suburbios del oeste de Sídney, lo que supone más de diez grados por encima de la media que se registra en noviembre.
La ola de calor seco ha elevado hoy los termómetros a temperaturas que rondan los 30 grados en Sídney, la ciudad más poblada de Australia y la capital del estado de Nueva Gales del Sur, así como en Camberra, Brisbane y otras localidades del sureste del país oceánico.
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Si bien se trata de la «primera ola de calor significativa de esta temporada», los riesgos de incendios son menores debido a la ausencia de fuertes vientos, según explicó el inspector del Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur, Ben Shepherd, en declaraciones recogidas por la cadena pública australiana ABC.
Por su lado, el regulador del mercado energético australiano (AEMO, siglas en inglés) informó hoy en un comunicado que existe el «riesgo» de apagones en el estado de Nueva Gales del Sur a consecuencia de las condiciones de calor extremo vinculados a un incremento de la demanda, como el uso de aire acondicionado, entre otros factores.
La ola de calor, que afectó la semana pasada a los pobladores de las ciudades de Melbourne y Adelaida, en el sur de Australia con temperaturas por encima de los 37 grados, podría amainar con las lluvias que se pronostican a partir de hoy en la zona central y suroriental del país oceánico.
Australia, uno de los mayores contaminantes del planeta si se tiene en cuenta sus exportaciones de combustibles fósiles, es escenario de incendios forestales, ciclones, lluvias torrenciales, tormentas eléctricas e inundaciones con frecuencia, los cuales se han visto agravados en los últimos años por la crisis climática.