El Black Friday o Viernes Negro es el día que se inicia la temporada de compras navideñas en varias partes del mundo, con descuentos y rebajas en productos, por parte de grandes almacenes y tiendas. Se celebra el cuarto viernes del mes de noviembre, al día siguiente del Día de Acción de Gracias.
El Viernes Negro ha ganado muchísimo auge en los últimos años, por el atractivo de los descuentos en los precios de venta de productos, ofrecidos por los establecimientos comerciales.
Entre los productos más buscados por los consumidores se destacan: artículos electrónicos y electrodomésticos. Otros artículos que son adquiridos por los usuarios son: ropa y calzado, juguetes y artículos de belleza.
Es un día de locura, puesto que los usuarios o consumidores hacen larguísimas colas a las puertas de tiendas y centros comerciales desde el día anterior, con la finalidad de ser los primeros en conseguir productos en oferta, antes de que se agote su existencia.
A pesar de no ser catalogado como una fecha festiva, la gran mayoría de las oficinas y empresas otorgan el día libre a sus empleados, al igual que el Día de Acción de Gracias, lo que incrementa la cantidad de compradores y consumidores potenciales que acudirán a buscar ofertas y descuentos. Las ganancias obtenidas en este día pueden superar a las generadas durante la temporada de Navidad.
Se estima que la idea de la denominación de este día surgió alrededor del año 1961 en Filadelfia (Estados Unidos), por parte de oficiales de policía encargados de regularizar el tráfico. Se emitió un boletín público, debido al caos generado por el elevado e inusual tráfico de personas y vehículos en la vía pública al día siguiente del Día de Acción de Gracias, ocasionado por las rebajas ofrecidas por los comercios minoristas.
El sector comercial aplicó esta estrategia de descuentos y rebajas para incrementar sus ventas, debido a las escasas cifras de ganancias obtenidas posteriormente a la celebración del Día de Acción de Gracias.