En los últimos días, en San Pedro de Macorís se han registrado dos casos alarmantes de presunto abuso y acoso sexual en el ámbito escolar que involucran a tres profesores y afectan a dos estudiantes de 12 y 13 años, quienes, en lugar de disfrutar de su adolescencia, han tenido que enfrentar una pesadilla.

Profundamente deprimida se encuentra una de las alumnas, quien asistía a la escuela Juan Emilio Bosch Gaviño, atrapada en un torbellino de emociones luego de trascender que su maestro supuestamente la acosaba mediante conversaciones y el envío de fotos de su zona íntima.

Sus familiares se vieron obligados a cambiarla de escuela ante la presión desatada a su alrededor y el sufrimiento de la adolescente.

«La niña me dijo que una profesora le dijo: pues tú eres famosa; y con miedo me dijo: mami, no quiero más problemas, no quiero, no quiero nada´», relató la abuela de la menor, visiblemente afectada, mientras el pasado viernes esperaba el conocimiento de la medida de coerción en contra del docente Wander Aponte Santana, de 26 años.

La preocupación por su nieta la consume, al ver cómo pierde su alegría. Sin embargo, se mantiene firme en su compromiso de brindarle lo mejor. Asegura que sigue siendo una joven aplicada, amante de los estudios, la máquina de coser y los deportes, aunque está marcada por el miedo y la ansiedad, que provocan que constantemente tenga pesadillas.

Aponte Santana se declaró inocente en la audiencia del viernes, e indicó que pronto volvería a impartir docencia. Horas más tarde, la Oficina de Atención Permanente le impuso presentación periódica y una fianza de 200,000 pesos como medidas de coerción en lo que continúa la investigación.

Con el rostro entristecido salió de la audiencia la tutora de la menor, tras enfrentar la realidad de lo sucedido. «Me siento avergonzada», expresó, al hablar del momento cuando vio al joven maestro imputado, sintiendo una especie de extraña compasión.

La Siria

En la demarcación, el caso de la escuela La Siria también ha dejado al descubierto la vulnerabilidad de los estudiantes en las aulas.

En este centro educativo, los docentes y la directiva fueron removidos tras descubrirse la implicación de dos maestros en la presunta violación de una alumna de 13 años. Uno de los dos imputados permanecía prófugo desde hace más de una semana.

Una de las comunitarias, llamada Yanet, indicó que todo sigue «normal´´, y que el ambiente de tensión se apaciguó por el cambio de los profesores. No obstante, los moradores aseguran estar más vigilantes de sus hijos y los maestros en la zona.

Actualmente, el centro cuenta con 12 mujeres para impartir la docencia y dos hombres, un jardinero y un portero.

Este lunes, al profesor Fernando Altagracia Peña Eusebio se le conocerá la solicitud de medida de coerción.

Creciente alarma y medidas

Ante la creciente alarma que se ha disparado por estos casos, el director de la Regional de Educación 05, Isidro Santana Ramírez, expresó su preocupación.

«Un solo caso es alarmante», afirmó, destacando que cualquier tipo de abuso o acoso dentro de las aulas debe ser tratado con la máxima urgencia y seriedad.

«La escuela debe ser un lugar seguro para los niños y niñas, y estamos comprometidos en erradicar cualquier forma de acoso», aseguró.

Destacó que, para enfrentar este flagelo, se están llevando a cabo campañas de concientización sobre el respeto y la protección infantil, como la reciente denominada «Los niños y niñas no se tocan».

Santana resaltó que el Ministerio de Educación ha suspendido a los acusados.