El secretario general de la ONU, António Guterres, consideró este jueves «especialmente alarmante» la tanda de ataques lanzados por Israel contra el aeropuerto de la capital yemení, Saná, y varios puertos e infraestructuras eléctricas de Yemen.
En una declaración emitida por la portavoz adjunta de Guterres, Stéphanie Tremblay, el secretario general de Naciones Unidas condenó en primer lugar la escalada de tensiones entre Israel y los hutíes de Yemen, y en particular los ataques israelíes de hoy, que dejaron seis muertos.
Los ataques contra los puertos y el aeropuerto «suponen un grave riesgo para las operaciones humanitarias en momentos en que millones de personas necesitan ayuda de supervivencia» en un país que no solo es el más pobre del mundo árabe, sino que sufre una devastadora guerra civil desde hace más de diez años.
«La legalidad internacional, incluyendo las leyes humanitarias, deben respetarse en todo momento», precisó Guterres, que llamó además a «respetar y proteger a los ciudadanos y las infraestructuras civiles», al tiempo que recordó que «el personal humanitario no debe ser blanco de ataques, sino de respeto y protección».
Guterres se refería a la presencia en el aeropuerto de Saná, en el momento del ataque israelí, de una delegación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), encabezada por su mismo director, Tedros Ghebreyesus, quien salió ileso, aunque un miembro de su delegación quedó herido.
Ghebreyesus se encontraba en Saná para negociar con las autoridades yemeníes la liberación -o al menos la asistencia humanitaria– para el personal de la ONU y de algunas ONG detenidas ilegalmente por los hutíes desde hace meses.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanayhu, aseguró que el Estado hebreo persistirá en sus ataques a Yemen «hasta completar la tarea» de neutralizar a los hutíes de ese país, calificándolos como «el brazo terrorista de Irán».