La nominada de Donald Trump para dirigir el Departamento de Justicia, Pamela Bondi, es una reconocida lobista en Washington, quien durante seis años trabajó para Ballard Partners, una firma de cabildeo que ayudó al gobierno de Danilo Medina a conseguir medicamentos contra el COVID-19 en julio de 2020.
Ese año, en sus primeros meses dentro de Ballard Partners, funcionarios del gobierno dominicano recurrieron a la empresa para gestionar la compra de medicamentos en un momento en que Estados Unidos, bajo la administración de Trump, estaba almacenando el suministro mundial de Remdesivir.
Según un artículo de ABC News, el gobierno de Danilo Medina pagaba más de 100,000 dólares al mes a Ballard Partners por sus servicios. Sin embargo, este no fue el primer contrato entre la administración de Medina y la firma, ya que su relación comenzó en 2017, cuando la República Dominicana se convirtió en su primer cliente internacional.
Un informe de Politico señala que Ballard Partners se comprometió a proporcionar servicios de defensa en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y República Dominicana, incluyendo asesoría en comunicaciones con funcionarios estadounidenses. Para ello, el país acordó un pago de 900,000 dólares, en cuotas mensuales de 75,000 dólares.
Intervención en la crisis del COVID-19
La cadena de noticias ABC explica que, en respuesta a la solicitud de República Dominicana para obtener medicamentos contra el COVID-19, Ballard Partners contactó directamente a Anand Shah, quien entonces era comisionado adjunto de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
“Hemos tenido el privilegio de representar a la República Dominicana durante varios años y estamos muy satisfechos con las políticas pro estadounidenses del gobierno. Espero que pueda aconsejarme sobre la mejor manera de ayudar en este asunto crítico”, escribió Ballard en un correo electrónico presentado ante el Departamento de Justicia bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, según recoge ABC News.
Bondi y su carrera como lobista
Los registros muestran que entre 2019 y 2024, Pamela Bondi se registró para representar a 30 clientes, incluidas empresas como Uber y Amazon, durante su tiempo en Ballard Partners. La firma es dirigida por Brian Ballard, uno de los principales recaudadores de fondos de la primera campaña de Donald Trump.
El cabildeo es una práctica legal en Estados Unidos, que permite a individuos, empresas, organizaciones y gobiernos contratar firmas especializadas para influir en la toma de decisiones, aprobación de leyes o implementación de políticas públicas.
Bondi dirigió la división de cumplimiento regulatorio corporativo de Ballard Partners, enfocada en ayudar a empresas de Fortune 500 a implementar mejores prácticas en áreas como la lucha contra la trata de personas, el abuso de opioides y la privacidad de datos personales, según su biografía en la firma.
La exfiscal general de Florida ha sido una aliada constante de Trump, defendiendo públicamente su figura en los medios de comunicación. En mayo de 2024, viajó a Nueva York para apoyarlo en su juicio penal por pagos irregulares a cambio de silencio.
Si es confirmada, Bondi se convertirá en una de las figuras más escrutadas del nuevo gabinete de Trump, ya que dirigirá el departamento que ha procesado al expresidente en dos casos penales separados.
La influencia de Ballard Partners en el gobierno de Trump
Pamela Bondi no es la única ex lobista de Ballard Partners que podría ocupar un alto cargo en la administración de Trump. Susie Wiles, exgerente de campaña del republicano y ahora su jefa de gabinete, también trabajó en la firma durante ocho años.
El crecimiento de Ballard Partners ha despertado alarmas en Estados Unidos, debido a su estrecha relación con Trump. Tras la apertura de su oficina en Washington en 2017, la firma emergió como una de las más influyentes, consiguiendo clientes de alto perfil como Amazon, American Airlines y Uber, y facturando más de 24 millones de dólares en el cabildeo federal en 2020.
“Son, sin duda, dos de los puestos más importantes del gobierno federal”, dijo Virginia Canter, asesora ética del grupo de vigilancia progresista Citizens for Responsibility and Ethics en Washington. “Y el hecho de que ambas provengan de la misma firma de lobby envía un mensaje contundente: ‘Si tienes intereses que necesitan ser protegidos… tenemos amigos’”.
El fundador de Ballard Partners, Brian Ballard, conoció a Trump tras la compra de la finca Mar-a-Lago, que ahora es su residencia. En 1987, Ballard le envió una carta a Trump elogiándolo por su libro El arte de la negociación.
Después de su auge durante la administración Trump, Ballard Partners perdió influencia con la llegada de Joe Biden, mientras otras firmas con vínculos demócratas tomaron protagonismo. Aun así, la empresa mantuvo ingresos de 18 millones de dólares tanto en 2021 como en 2022.
Expertos citados por ABC News consideran que Ballard Partners está bien posicionada para beneficiarse de un eventual segundo mandato de Trump, en parte debido a que dos de sus ex lobistas ocuparán cargos clave en su gobierno.