Los drones están fortaleciendo las capacidades de los ejércitos para atacar objetivos sin intervención humana. Corea del Norte está probando nuevos drones suicidas equipados con inteligencia artificial para identificar objetivos y, así, reforzar las capacidades ofensivas del país tanto en tierra como en mar; mientras que Ucrania y Rusia continúan haciendo uso de los drones de fibra óptica para ejecutar ataques dirigidos. No obstante, más allá de estos vehículos aéreos no tripulados, existe un dron que no puede volar, pero que sirve como lanzador de misiles.
Este dispositivo, llamado ROGUE-Fire, es un vehículo terrestre no tripulado que ha sido desarrollado por la empresa estadounidense Oshkosh Defense y que puede acoger todo tipo de cargas útiles esenciales para una misión bélica, como, por ejemplo, fuego de precisión de largo alcance o reabastecimiento autónomo.
Inicialmente, ROGUE-Fire fue diseñado para servir en operaciones de lanzamiento de misiles antiembarcación, pero, en la actualidad, dicho dispositivo puede desempeñar determinadas misiones en el campo de batalla gracias al sistema de propulsión híbrido que incorpora en el chasis. Además, es capaz de proporcionar una gran movilidad silenciosa para ejecutar tareas de vigilancia.
Por otro lado, respecto al armamento que puede incorporar, ROGUE-Fire es compatible con la familia de municiones Multiple Launch Rocket System, en el que se incluyen desde los cohetes guiados que protagonizan el sistema de artillería HIMARS hasta las municiones que cuentan con un alcance de 70 kilómetros.
Ante tal avance, Patt Williams, CEO de Oshkosh Defense, afirma en el comunicado citado que, «a medida que el campo de batalla continúa evolucionando, estamos aprovechando las maduras y probadas familias de vehículos para diseñar plataformas autónomas independientes de la carga útil. Brindan una una flexibilidad inigualable, lo que permite a las fuerzas superar las amenazas emergentes y mantener el dominio operativo».
Asimismo, respeto su incorporación al campo de batalla, se espera que las primeras entregas de ROGUE-Fire empiecen este año y continúen hasta 2026, mientras que el Cuerpo de Marines espera desplegar 48 de estos vehículos a partir de junio.
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