Los Yankees ganaron como visitantes en su casa de pretemporada por primera vez.
Nueva York regresó al Steinbrenner Field para una serie de cuatro juegos contra los desplazados Rays de Tampa Bay, quienes utilizan el estadio de pretemporada de su rival de la División Este de la Liga Americana para sus juegos en casa esta campaña.
Ben Rice tuvo su primer juego de cuatro hits en las Grandes Ligas y remolcó dos carreras. El venezolano Oswaldo Cabrera conectó un jonrón en solitario y Nueva York remontó para vencer a los Rays por 6-3.
“Fue un gran ambiente», opinó el manager de los Yankees, Aaron Boone. «Obviamente, había un montón de fanáticos de los Yankees. Creo que los Yankees y los Rays han hecho un gran trabajo al preparar esto, pero no me gustó mi asiento… Todo fue raro”.
Los Rays necesitaron alquilar un estadio después de que el Huracán Milton arrancó los paneles del techo en el Tropicana Field en St. Petersburg el 9 de octubre.
No fue posible reparar el parque rápidamente y los Rays hicieron un trato con los Yankees para usar su instalación de pretemporada al aire libre con capacidad para 11.026 personas al otro lado de la Bahía de Tampa.
“Creo que esto fue por el bien del béisbol, por el bien de los Rays«, comentó Boone. Sé que su organización, nuestra organización trabajaron muy bien juntas para hacerlo viable y es simplemente lo correcto en todos los aspectos.
Cuando sucede algo como esa tormenta, es algo más grande. Desde luego, competimos duro entre nosotros, son uno de nuestros principales rivales, pero hacer lo correcto siempre se siente bien”.
La generosidad de los Yankees significó que Aaron Judge, Jazz Chisholm Jr. y el resto del equipo de Nueva York pasaran cuatro días en un vestuario estrecho mientras los Rays disfrutaban de un entorno palaciego. El área de comedor del equipo visitante suele ser la cafetería de los medios durante la pretemporada.
“La única parte rara fue estar en el otro lado del campo. El juego en sí es lo mismo”, opinó Ben Rice, quien tuvo su primer juego de cuatro hits.
El invierno pasado, Nueva York completó una importante renovación del vestuario, duplicando el espacio para peloteros y personal a 4.600 metros cuadrados.
En el lugar está habilitdo:
Una sala de pesas de dos niveles con ventanas de piso a techo y puerta de garaje,
áreas de estiramiento interiores y exteriores,
una mesa de ping-pong,
una barbería,
ocho camas en un área de entrenadores,
salas de masajes,
una piscina terapéutica junto con tinas de agua caliente y fría,
televisores a nivel del agua,
un sauna,
terapia de luz roja
y cuatro jaulas de bateo
Cada casillero de jugador tiene una caja fuerte junto con puertos USB y USB-C. Hay una sala de juntas con 70 asientos, seis oficinas privadas y 12 escritorios para personal adicional.
“Primero que nada, es increíble tener eso como nuestro hogar de entrenamiento de primavera, ahora es realmente impresionante, y los muchachos realmente lo aprovecharon este año», dijo Boone.
«Pero tu mente cambia una vez que te vas, sabemos que estamos en la temporada, sabemos que era algo esperado, así que ni siquiera me permito ir allí”.
Boone había dejado una nota para el manager de los Rays, Kevin Cash, antes de que los Yankees se fueran al norte en marzo. Tenía la intención de dejar una botella de tequila con la nota, pero se olvidó, así que la envió antes del juego.
“Sólo fue un tipo de regalo de inauguración de mi casa”, dijo Boone.
¿Qué tipo de tequila?
“Del bueno”, respondió Boone con una sonrisa.
Sin embargo, no le gustó su vista desde el dugout de tercera base ni la línea de visión hacia el coach de tercera base Luis Rojas.
“En realidad, apesta un poco”, comentó. “Tengo que moverme a un lugar donde no estoy usualmente con mis señales para Luis… Me gusta más el otro lado”.
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