Como muchos jóvenes de provincias, al monteplatense Luisito Pié le tocó dormir sobre un tatami (la superficie de competencia) por no tener dónde alojarse en la capital, detrás del sueño de ser atleta de alto rendimiento.
Y aunque el camino fue largo y duró para el hijo de inmigrantes haitianos la medalla de bronce conseguida en los 58 kilogramos de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 se convirtió en su salto a la vida pública, el que no ha estado exento de todo tipo de opiniones.
“Me siento feliz del privilegio de haber nacido en República Dominicana, de crecer aquí y de como dominicano, representar a mi país”, asegura un Luisito Pié que recientemente anunció que se retirará del deporte en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Santo Domingo 2026.
Siempre positivo
A través de las redes sociales y otras plataformas la ascendencia haitiana del atleta ha sido motivo de fuertes críticas, pero también de gran apoyo.
En abril de 2018, Pié dijo a Diario Libre: “He sido discriminado en mi país, he recibido tantas cosas negativas, pero las positivas han superado a las negativas, entonces por eso, yo creo que Luisito Pié es feliz”.
Ahora en 2025, buscar dejar un legado a la juventud de cómo se debe avanzar a pesar de los obstáculos.
“Puedo aconsejar a cualquier joven y decirle que representar a nuestro país, la República Dominicana, es un privilegio que muy pocos dominicanos tendrán. El arte, el deporte, nos permite hacerlo”, aseguró el taekwondoista que además logró ganar el oro en el México Open 2019 y fue plata en los Panamericanos de Toronto-2015.
“Sé lo que soy. Siempre he estado seguro y orgulloso de mis raíces”, dijo Pié, quien preside la fundación “Sumando Esfuerzos” que a través de varias disciplinas, campamentos deportivos y charlas impacta a más de 2,500 niños cada año.
Camacho apoya
Justo en medio del debate sobre los temas migratorios en el país, Miguel Camacho, presiente de la federación dominicana de Taekwondo y quien fuera su entrenador en Río 2016, indica que la ley debe cumplirse sin llegar a los extremos.
“Las autoridades deben ordenar el tema migratorio, y que se cumpla la ley. Pero alguien como Luisito o su hermano Bernardo, que son dominicanos de pura cepa, independientemente de su origen, y que han representado el país, que sean atacados solo porque hay extremistas, para lacerarlos en lo personal, es una práctica deleznable”, señaló Camacho.