David Jones García mostró su nivel en su primer año como jugador internacional.
Lo hizo ya en el nivel internacional con los Capitanes de Ciudad de México, franquicia integrante de la Liga de Desarrollo de la NBA.
El delantero terminó con 24.5 puntos por partido, 7.5 rebotes y 3.2 asistencias en 31 partidos esta temporada.
El jugador de 23 años (24/11/2001) aspira a convertirse en un jugador NBA, un sueño que acaricia.
Ese anhelo no saca al polifacético jugador de competir con el equipo de su barrio, el Rosa Duarte, en el torneo de segunda división del Distrito Nacional José Heredia Castillo (Corporancito).
El jueves pasado encestó 56 puntos y el domingo 51 para promediar 53.5 en dos juegos.
Un jugador miembro de la selección nacional de mayores y con esas aspiraciones se presentó al torneo, solo para jugar de su sector. Y en lugar de que sea un privilegio para su equipo, Jones García piensa diferente.
“No”, rechaza que el honor sea para el equipo. “Primeramente el privilegio es mío porque gracias a ese club yo soy quien soy y yo juego por mi familia y la barriada para darle amor y cariño y por respeto a mi papá”, precisa.
El delantero llegó al baloncesto de la mano de su padre, lamentablemente fallecido ya. Y no fue solo. Lo acompañó su hermana Flor Jones García, una jugadora con calidad que se retiró muy a destiempo de este deporte.
“Era fuerte y guapa. Mejor que yo” señala David, menor que Flor. Su hermana jugó con las Murallas de San Lázaro, equipo con el que ganó dos títulos de la Liga Nacional de Baloncesto Femenino (LNBF). “Se retiró con honores. Era fanático de ella”, dice. Y recuerda que su padre los llevó a los dos juntos al Rosa Duarte.
“Mi papá fue la persona que me introdujo a ese club y me llevaba a todas las prácticas y los torneos”, señala David.
Su cercanía al club de su vida es tan marcada, que su camiseta número 8 la cedió a un compañero, quien se la solicitó.
Para la NBA ¿ofertas?
Su mentalidad está en ser parte de la plantilla de un equipo NBA. “El sueño de todo jugador”, señala Jones García.
De hecho lo intentó en un “Combine” con los 76ers de Filadelfia antes del inicio de esta campaña de la NBA. Con ese equipo jugó la Summer League 2024 con los 76ers.
Con sus 6-6 de estatura, Jones puede jugar de frente, de espalda, ha mejorado su tiro de distancia.
Ser NBA es su sueño, pero declinó comentar si ha habido alguna llamada telefónica para esos fines. Ya sea de la NBA o de la Liga ACB.
“Han habido llamadas de algunos lados, pero estamos esperando tranquilo y trabajando”, señala David, quien deja escapar una sonrisa.
De momento se trata de “trabajar y esperar en Dios la oportunidad que me llegue”.
Sin que se entristezcan sus seguidores, Jones estableció que no jugará el torneo completo, pero al menos el martes estuvo en el público dando su apoyo.
Si se trata de ritmo musical, Jones es seguidor del “dembow y la bachata”. Al momento de bailar da sus pasos, pero prefiere más la bachata. Y si llega la hora de comer, entonces se inclina por la bandera dominicana. “Arroz, habichuela y pollo”, responde sin vacilar sobre su gusto culinario para almorzar. De desayuno y cena, lo que sea, pero “mi arroz y habichuela tiene que estar en la mesa, sino no como. Si me guardan un mangú de comida, no como”.