El politólogo estadounidense Joseph Nye, creador del influyente concepto de “poder blando”, falleció este martes a los 88 años, según informó la Universidad de Harvard. Nye no solo dejó una marca indeleble en el campo de las relaciones internacionales, sino que también ofreció una forma alternativa y pacífica de entender el poder de los Estados.
¿Qué es el «poder blando«?
A diferencia del poder duro, que se basa en la fuerza militar o las sanciones económicas para imponer la voluntad de un país sobre otro, el poder blando (soft power) se apoya en la atracción, la persuasión y la influencia cultural o ideológica.
En palabras del propio Nye, “el poder blando es persuadir a otro de los resultados que uno desea… permite cooptar a las personas en lugar de coaccionarlas”. Es decir, se trata de lograr que otros quieran lo que uno quiere, no porque se les obligue, sino porque admiran, confían o se sienten inspirados por ello.
Este concepto, que Nye formuló en la década de 1980 y desarrolló en obras como Soft Power: The Means to Success in World Politics (2004), ha sido clave para entender cómo países como Estados Unidos, Japón o incluso Corea del Sur han proyectado su influencia global a través de la cultura, la educación, los valores democráticos, las marcas o el cine, en lugar de usar la fuerza.
¿Fin del poder blando en la política exterior de Estados Unidos?
Una visión contrastante con la era Trump
Durante el segundo mandato del presidente Donald Trump, Nye fue crítico con la forma en que se aplicaba el poder en la política exterior estadounidense. En febrero pasado, escribió: “Trump no entiende realmente el poder. Solo piensa en términos de coerción y pago… Confunde los resultados a corto plazo con los efectos a largo plazo”.
Para Nye, las amenazas como los aranceles pueden ofrecer resultados inmediatos, pero a la larga generan rechazo y motivan a los aliados a independizarse de Estados Unidos. En cambio, recordó que gran parte del éxito internacional de su país durante las últimas ocho décadas también se ha basado en la admiración que generaba su modelo político, económico y cultural.
De Harvard al Pentágono
Nye fue más que un académico: presidió la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard entre 1995 y 2004 y ocupó cargos de alto nivel en el Departamento de Defensa de Estados Unidos durante el mandato de Bill Clinton. Su legado se extiende a 14 libros y decenas de artículos que ayudaron a formar a generaciones de líderes, diplomáticos y analistas.
El poder que perdura más allá de las armas
El “poder blando” no es una utopía pacifista, sino una estrategia de largo plazo para ganar influencia sin provocar resistencias. Países como China han adoptado partes del modelo, invirtiendo en medios de comunicación, centros culturales y proyectos educativos globales. Y a pesar de los altibajos, Nye confiaba en que Estados Unidos podía recuperar su atractivo.
“Probablemente nos recuperaremos de Trump”, dijo en su última entrevista, “pero ha dañado la confianza en Estados Unidos”.
Con la muerte de Joseph Nye desaparece uno de los pensadores clave del orden internacional contemporáneo, pero su idea la de que las naciones pueden ser poderosas sin ser temidas sigue más vigente que nunca.