Sólo dos candidatos se han registrado hasta ahora para participar en las elecciones presidenciales de agosto en Bolivia en medio de la expectativa por la inscripción del expresidente Evo Morales, quien anticipó que se postulará pese a haber quedado inhabilitado por un fallo del Tribunal Constitucional.
La policía redobló el control en el acceso al Tribunal Supremo Electoral (TSE) en La Paz ante el temor de una nueva jornada de choques entre la policía y seguidores de Morales como ocurrió el viernes, que dejó un saldo de seis personas detenidas y otras seis heridas.
Morales no está obligado a presentarse y puede inscribirse a través de un apoderado. Las autoridades advirtieron que podrían detenerlo si abandona la localidad del Chapare, la región cocalera del centro del país adonde se ha recluido desde que la fiscalía ordenó su arresto por negarse a declarar por el presunto abuso de una menor cuando era mandatario (2006-2019).
Protestas de partidarios
El político, de 65 años, culpó a su heredero y sucesor, el presidente Luis Arce, de ordenar la arremetida policial del viernes y dijo que nada lo detendrá. Sus partidarios anunciaron “protestas escalonadas” desde el martes si no logran que se registre a Morales. El plazo de inscripción vence a la medianoche del lunes.
“Si no habilitan a nuestro candidato Evo Morales, no van a haber elecciones generales”, advirtió Vicente Choque, dirigente cocalero del Chapare.
“Lo único que busca Morales es generar convulsión”, dijo el fin de semana el entonces ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, quien renunció al cargo para postularse como candidato por el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, explicó el viernes que Morales puede inscribirse “si tiene un partido” que lo respalde y después se verá si “está habilitado”.
Hasta ahora el exmandatario no reveló por qué fuerza se postulará. Un fallo judicial le quitó la dirección del (MAS), que ahora es manejado por partidarios de Arce y por el que tiene previsto presentarse Del Castillo.
Según un fallo constitucional ningún ciudadano puede aspirar a un tercer mandato, lo que deja a Morales fuera de la contienda. El expresidente culpó a Arce de una “guerra judicial” para sacarlo de carrera y Arce a su vez lo ha acusado de boicotear su gestión agravando la dura crisis económica que golpea al país.
Arce ha renunciado a la reelección en medio de una fuerte caída en su popularidad. En tanto, el presidente del Senado Andrónico Rodríguez, de 36 años, un líder cocalero diplomado en Ciencias Políticas, se perfila como candidato por una agrupación disidente del oficialismo.
Se espera que Rodríguez presente su postulación el lunes, pero hasta ahora ni Arce ni Morales le han dado su respaldo.
En el bloque opositor de centro y de derecha hay al menos cuatro candidatos, entre los que sobresalen el expresidente Jorge Tuto Quiroga (2001-2002) y el empresario y exministro Samuel Doria Medina, ambos ya veteranos en lides electorales.
Los comicios se presentan em medio de una fuerte recesión económica, escasez de dólares para importar combustibles y una escalada en los precios de los alimentos que está calentando el descontento social en las calles, según analistas.
Las encuestas anticipan una elección polarizada sin mayorías claras. El mayor desafío del nuevo gobierno no sólo será la crisis económica sino la gobernabilidad, dijo el analista económico Gabriel Espinoza.