El Gobierno de Cuba reconoció este miércoles que la complejidad actual con los apagones es «extrema», pero confío en que disminuyan en los próximos tres meses gracias a un plan en marcha de reparaciones en centrales termoeléctricas clave.
El viceministro primero de Energía y Minas, Argelio Abad Vigoa, dijo que se espera «disminuir en los próximos dos o tres meses» los apagones y afirmó que se trabaja para recuperar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en el «menor tiempo posible» y lograr su sostenibilidad.
Señaló que la estrategia es trabajar en la transición energética hasta el año 2030 cuando, de acuerdo al plan, el 24 % de la electricidad debe provenir de energías renovables, principalmente fotovoltaica, pero también eólica y la hidroeléctrica.
En ese sentido estimó que a fines de diciembre y principios de enero de 2026 se llegará a la generación instalada de 1,115 megavatios (MW) con energía fotovoltaica.
Por su parte, el director general de la compañía Unión Eléctrica (UNE), Alfredo López, dijo que la situación «es grave, es muy difícil». «Hay largas horas de apagones y dificultades para rotar los circuitos, lo que tiene consecuencias muy complicadas para la población», reconoció.
Explicó que se trabaja actualmente en reparaciones y mantenimientos en equipos esenciales de seis de las 20 unidades generadoras del SEN, lo que implicaría recuperar más de 500 MW.
Además consideró que la transición hacia fuentes renovables de energía «no solo alivia la crisis actual, sino que sienta las bases para un sistema más estable y sostenible». El país, agregó, requiere 5 millones de toneladas anuales de combustible para la generación eléctrica.
Hasta ahora se han conectado ocho nuevos parques solares al SEN que suman unos 170 MW de potencia instalada adicional. De acuerdo a las previsiones oficiales, la puesta en marcha de un total de 92 parques fotovoltaicos para 2031 supondrá aumentar la potencia instalada en 2,000 MW.
Aunque los directivos del sector estimaron que los parques fotovoltaicos permitirán disminuir las horas de apagón y avanzar en la soberanía energética del país, señalaron que la generación termoeléctrica es «básica» en el SEN, y previeron continuar los mantenimientos a las termoeléctricas y seguir recuperando la generación distribuida.
Cuba vive desde hace varios meses una profunda crisis energética con largos cortes del suministro de electricidad -de más de 20 horas diarias en diversas regiones del país- que afectan la vida cotidiana y la marcha de la economía.
Entre las principales causas de la crisis están las frecuentes averías en las centrales termoeléctricas, con décadas de explotación y el déficit de combustible por la falta de divisas para importarlo, según el Gobierno cubano.
El panorama empeoró a mediados del año pasado y desde entonces han ocurrido cuatro apagones nacionales, el último registrado en marzo.
- Expertos independientes señalan que la situación responde a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959. El Gobierno cubano destaca, por su parte, el impacto de las sanciones estadounidenses.
Diversos cálculos independientes estiman que el Gobierno necesitaría entre 8,000 y 10,000 millones de dólares para reflotar el sistema eléctrico.