Un profundo clima de consternación envuelve a la comunidad de Quita Sueño, en el municipio Haina, provincia San Cristóbal, tras el hallazgo de dos cuerpos sin vida en lo que las autoridades investigan como un posible caso de homicidio-suicidio.
Los fallecidos, identificados como Teodoro Ventura Labegar, de 58 años, y su exesposa Yudy Claribel Carela Cueva, de 47, atravesaban por conflictos familiares y disputas relacionadas con bienes inmuebles, principalmente relacionados con la venta de una propiedad heredada, según versiones preliminares.
La tragedia comenzó a revelarse alrededor de las 9:47 de la noche del viernes 23 de mayo, de acuerdo con un comunicado de prensa de la Policía Nacional.
Alertados por una llamada de emergencia, agentes de la División de Investigación Criminal (Dicrim), junto con representantes del Ministerio Público y un médico legista, acudieron a una vivienda ubicada en la calle Mella del sector el Centro de Haina.
Al llegar, encontraron el cuerpo sin vida de Ventura Labegar, quien había fallecido por asfixia mecánica a causa de ahorcadura.
Fue su hermano, de 61 años, quien descubrió la escena. Según su testimonio, al ingresar a la residencia encontró a Teodoro suspendido del caballete del techo.
En shock, relató que su hermano estaba envuelto en una serie de tensiones familiares por la posible venta de una propiedad heredada, y que precisamente ese día se había programado una reunión con sus parientes para discutir el tema.
El cadáver de Yudy Claribel
Mientras la familia procesaba el impacto del primer hallazgo, una segunda llamada alertó a las autoridades sobre otro descubrimiento, a tan solo unas horas de distancia.
Aproximadamente a las 11:00 de la noche, en un terreno baldío del sector Quita Sueño, Haina, fue encontrado el cuerpo sin vida de Carela Cueva, con signos de asfixia mecánica por estrangulación.
El informe preliminar establece que la mujer había salido junto a su exesposo esa misma mañana, aparentemente con la intención de realizar una transacción de venta de un terreno. Sin embargo, desde su partida, sus familiares no volvieron a tener noticias de ella hasta el fatal desenlace.
En el lugar del hallazgo, los investigadores recogieron elementos clave: una sombrilla y varias fotografías de niños, piezas que ahora forman parte de la evidencia que podría dar indicios sobre las circunstancias que rodearon el crimen.
Ambos cuerpos fueron trasladados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para las autopsias correspondientes, mientras la Dirección Central de Investigación (Dicrim) profundiza en las indagatorias con el objetivo de esclarecer los hechos y establecer responsabilidades.