El jefe de una controversial fundación de ayuda a Gaza apoyada por el gobierno de Estados Unidos anunció el domingo su renuncia, lo que añade más incertidumbre a esfuerzos futuros.
La Fundación Humanitaria para Gaza (GHF de su sigla en inglés), con sede en Ginebra desde febrero, prometía distribuir unas 300 millones de comidas en sus primeros 90 días de operación.
En un comunicado, Jake Wood, director ejecutivo de GHF explicó que se vio obligado a renunciar al determinar que la organización no podía cumplir su misión en una forma que garantizara «principios humanitarios«.
En medio de acusaciones de que el grupo trabajaba con Israel, las Naciones Unidas y otras agencias de ayuda habían manifestado que no cooperarían.
La GHF surgió en medio de la creciente presión internacional sobre Israel por las condiciones en Gaza, donde realiza una ofensiva militar tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Un bloqueo total de más de dos meses en ese territorio apenas comenzó a ceder en los últimos días en medio de advertencias de agencias internacionales sobre los riesgos de hambruna.
«Como muchos otros en todo el mundo, estaba horrorizado y apesadumbrado por la crisis de hambre en Gaza, y como líder humanitario me vi en el deber de hacer todo lo que pudiera para ayudar a aliviar este sufrimiento», declaró Wood.
Pero sostuvo que se hizo «evidente que no era posible implementar este plan al tiempo que también se apegaba estrictamente a los principios humanitarios, de neutralidad, imparcialidad e independencia, que no abandonaré».
El ministerio de salud de Gaza dijo el domingo que al menos 3,785 personas han perdido la vida en el territorio desde que se rompió un cese el fuego el 18 de marzo, lo que lleva el saldo de muertos desde octubre de 2023 a 53,939, la mayor parte civiles.
La guerra en Gaza se desencadenó tras el ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, que provocó la muerte de 1,218 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en datos oficiales.