El propietario de la tienda china Mudan ubicada en la avenida Duarte casi París, en el Distrito Nacional, será sometido a la justicia por la Dirección Nacional de Migración (DGM) bajo acusación de obstruir “la labor de interdicción migratoria y agresión a las autoridades actuantes”.
El propietario del establecimiento es de nacionalidad china y ayer miércoles estuvo involucrado en una trifulca en la tienda cuando agentes de la DGM acudieron al lugar ante denuncias de que emplea haitianos indocumentados. Durante el hecho, del cual circularon varios videos en las redes sociales, agentes y empleados se enfrentaron de forma física con un resultado de varios heridos y detenidos.
En una nota de prensa, Migración dijo que, durante el operativo, realizado con el apoyo de miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, “fueron detenidos 35 ciudadanos de nacionalidad haitiana, entre hombres y mujeres, quienes se encontraban laborando en condición migratoria ilegal”.
Afirma contrata haitianos indocumentados
La institución agregó que la intervención se llevó a cabo en cumplimiento a lo establecido en la Ley General de Migración No. 285-04, que la faculta a realizar inspecciones en centros laborales para verificar la situación migratoria de los trabajadores extranjeros, con el objetivo de prevenir irregularidades y proteger el cumplimiento del marco legal vigente.
Fiscaldom aclara que no es fiscal la persona que actuó en operativo de Migración en tienda Mudan
Se arma trifulca durante operativo de Migración en tienda china Mudan
Migración dijo que el propietario del establecimiento, cuyo nombre no reveló, es reincidente en prácticas de ocultamiento de personas indocumentadas.
Dice incitó a empleados a la agresión
También señala que el ciudadano chino «se opuso de manera violenta» a la labor de los agentes, incitando a sus empleados a la agresión y profiriendo expresiones ofensivas contra las autoridades.
“Como resultado del incidente, varios agentes resultaron lesionados”, acotó la DGM.
La Dirección General de Migración indicó que, ante la agresividad del entorno, los actuantes se vieron en la obligación de aplicar técnicas de control y uso racional de la fuerza, a fin de preservar el orden y la integridad física de los presentes. No obstante, debido a la intensidad de las agresiones, no fue posible la detención inmediata del propietario, optando las autoridades por retirarse momentáneamente para evitar una escalada de violencia con consecuencias mayores.