El presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció que Punta Peuco, una cárcel especial donde cumplen sus condenas exagentes de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), se transformará en un centro penitenciario común.
El recinto, ubicado al norte de Santiago, mantiene a un centenar de exmilitares de la dictadura que cometieron violaciones a los derechos humanos con mejores condiciones que el resto de la población penal.
«Desde mi punto de vista no existe justificación para ese privilegio«, anunció Boric durante su última rendición de cuentas ante el Congreso en Valparaíso, a unos 120 km de la capital.
El mandatario izquierdista ordenó al Ministerio de Justicia que Punta Peuco se transforme «en un penal común que permita segregar a personas según los requerimientos de gendarmería».
El ministro de Justicia, Jaime Gajardo, detalló que los exmilitares que la decisión de quiénes «se quedan (en Punta Peuco) y quiénes serán trasladados a otros lugares» será una resolución «técnica de la gendarmería de Chile«.
Grupos defensores de derechos humanos reclaman desde hace años que el penal sea clausurado y los presos sean enviados a cárceles comunes.
El último día de su gobierno, la expresidenta Michelle Bachelet (2014-2018) ordenó el cierre de Punta Peuco, pero su ministro de Justicia se negó a cumplir la medida alegando que el contenido del decreto tenía errores legales.
Boric también anunció que en junio se concretará la orden de expropiación de la ex Colonia Dignidad, un predio propiedad de colonos alemanes en el sur de Chile donde funcionó un centro de prisión, tortura y desaparición de opositores a la dictadura.
- El mandatario ordenó en 2024 la expropiación de 116 de las 4,800 hectáreas del lugar.
- La dictadura dejó unos 3,200 muertos y más de 38,000 personas torturadas.
Una dictadura sangrienta
El golpe militar que derrocó al presidente socialista Salvador Allende y que instaló una cruenta dictadura que dejó más de 40,000 víctimas, incluidos más de 3,000 izquierdistas asesinados.
Tras el golpe militar los chilenos se dividieron profundamente entre partidarios y detractores del dictador Augusto Pinochet (1973-1990), división que se aplacó con los años.