En España, los accidentes de tráfico siguen siendo uno de los protagonistas más negativos cada año. Durante los primeros meses de 2024, la Dirección General de Tráfico (DGT) informó que más de 400 personas perdieron la vida en las carreteras, y una gran parte de ellos estuvo relacionada con distracciones al volante.
Desde 2022, la legislación española obliga a que todos los vehículos de nueva homologación incluyan un sistema de detección de somnolencia y distracción (DDR). Estos sistemas actuales utilizan cámaras, sensores en el volante o algoritmos que vigilan la trayectoria del coche para detectar si el conductor está perdiendo atención.
Pero para combatir este gran problema, unos investigadores de la Universidad Rovira i Virgili, en Tarragona, está desarrollando un nuevo tipo de sistema que puede identificar distracciones sin necesidad de cámaras. Este invento utiliza radares Doppler para detectar los movimientos bruscos de la cabeza que indican que el conductor ha desviado la mirada de la carretera.
Como funciona el invento español para prevenir accidentes de tráfico
Su funcionamiento, bastante sencillo de entender, se basa en colocar un radar en la parte frontal del conductor, por ejemplo, en el techo del coche, y una segunda pieza con superficies reflectantes se sitúa en el reposacabezas, detrás de la cabeza. Estas superficies están diseñadas para reflejar la señal que emite el radar.
Cuando el conductor gira la cabeza, una de las dos superficies deja de reflejar la señal, lo que permite al radar detectar hacia dónde está mirando. Este método se basa en el efecto Doppler, un principio físico que describe cómo cambian las ondas (como las de radio o sonido) cuando hay movimiento. Al emitir ondas electromagnéticas, el radar puede calcular cambios en la frecuencia de la señal reflejada y, así, identificar movimientos.
Las superficies reflectantes del sistema están compuestas por materiales metálicos que filtran la onda, lo que ayuda a saber desde qué lado proviene la señal. A diferencia de las cámaras, este sistema no necesita buena iluminación para funcionar correctamente y es menos invasivo, ya que no capta imágenes del rostro ni utiliza reconocimiento facial.
Usos más allá de la conducción gracias a la IA
Además, se trata de un radar de bajo coste con un procesador simple y facilitaría su llegada en el futuro. El invento también tiene aplicaciones más allá de la conducción, porque gracias a la inteligencia artificial, los mismos sensores podrían reconocer gestos con la mano para controlar vehículos o incluso sillas de ruedas para personas con movilidad reducida.
Eso sí, para que el sistema sea realmente efectivo, no basta con saber si el conductor ha girado la cabeza, sino que es necesario combinar esa información con otros datos, como el GPS o el comportamiento del volante, pues el nivel de atención requerido varía según si se conduce por una autopista o por una calle.
De momento, este sistema aún está en fase de desarrollo, y no hay una fecha concreta para su posible llegada al mercado, pero desde luego que representa una propuesta de solución prometedora para mejorar la seguridad vial sin comprometer la privacidad del conductor.
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