El legendario bateador designado de los Boston Red Sox, David Ortiz, comprende por qué el equipo traspasó a Rafael Devers. En sus primeras declaraciones desde el acuerdo, Ortiz se puso del lado del equipo, diciendo: «Hay que darle al club el beneficio de la duda«.
Esto difiere de la opinión de Ortiz a principios de junio, cuando pareció estar de acuerdo con la decisión de Devers de seguir como bateador designado tras la lesión del primera base Triston Casas. En ese momento, Ortiz dijo: «Está muy bien como bateador designado. Lo pidieron, y está muy bien como bateador designado».
Pero tras el acuerdo del domingo, que llevó a Devers a los San Francisco Giants, Ortiz cambió de postura, insinuando que el ego y la madurez influyeron en la decisión del equipo, según The Athletic.
Equipo primero
«La organización siempre estará ahí. Los jugadores van y vienen. Como jugador, a veces hay que dejar el ego a un lado y entender que, una vez que te pagan, tienes que encontrar la manera de hacer lo que te dicen», dijo Ortiz. “Ese es un mensaje para todos los jugadores jóvenes que creen que su futuro supera al del béisbol. No digo que Devers fuera así. Es humilde. Es un buen chico. Pero a veces, cuando eres joven e inmaduro, no te das cuenta de eso”.
Ortiz explicó que tuvo fricciones con los Medias Rojas durante su carrera, pero que “era lo suficientemente maduro como para comprender y guardar sus diferencias”.
Ese no fue el caso de Devers, quien expresó públicamente su insatisfacción con la estrategia de los Medias Rojas para cambiarlo de posición. Tras fichar a Alex Bregman en la pretemporada, el equipo le pidió a Devers que jugara como bateador designado. La idea le molestó, pero finalmente la aceptó.
Unas semanas después, Casas sufrió una lesión que le puso fin a la temporada. Los Medias Rojas se acercaron a Devers para que jugara como titular. Devers se negó y, en el proceso, criticó duramente al presidente de operaciones de béisbol, Craig Breslow.
- A pesar de todo ese drama, Devers rindió en el campo. Tras un inicio glacialmente lento, se recuperó y bateaba .272/.401/.504 al momento del canje. Llevará a San Francisco un OPS+ de 152, el máximo de su carrera.
Ortiz tuvo cuidado de no criticar directamente a Devers, pero insinuó que su juventud impidió que ambas partes se reconciliaran.
Otros también lo hicieron
“Creo que sería más fácil, si te pagan esa cantidad de dinero, decir: ‘Al diablo, hagámoslo’. Pero el ego de los jugadores a veces juega un papel importante. Lo he visto con tantos jugadores. Sammy Sosa. A-Rod, mi amigo Manny Ramírez, con todos. ¿Y adivina qué? Al final del día… sabes que hiciste mal. Una vez que maduras, lo entiendes”.
Ortiz añadió que en estas situaciones, el equipo tiene todo el poder. Dijo que eso es algo que puede ser “difícil de entender” cuando eres un jugador joven.
Aunque Ortiz ya no juega para los Medias Rojas, sigue vinculado a la organización. Firmó un contrato «indefinido» con el equipo en 2017, lo que le permite desempeñar diversos roles. Dejó ver algo de esa lealtad al hablar del traspaso de Devers, diciendo: «Prefiero jugar en Boston que en el gélido San Francisco durante los próximos 10 años».
- Con la salida de Devers, los Medias Rojas intentarán pasar página tras un año lleno de dramatismo hasta el momento. A pesar de todo el ruido externo, los Medias Rojas vienen de barrer en tres juegos a sus rivales, los Yankees de Nueva York, y siguen en la contienda por los playoffs de la Liga Americana.
Cambiar a Devers seguramente será perjudicial a corto plazo, pero no fue un traspaso de bandera blanca. Quizás Ortiz tenía razón al reconocerle algo de mérito al equipo, aunque no tiene precisamente el mejor historial en cuanto a traspasar talento de élite.