Mientras el mundo observa al dalái lama en la víspera de su 90 cumpleaños, el futuro del movimiento tibetano no recae en un solo hombre. Detrás de él se articula un complejo ecosistema de líderes espirituales, políticos y místicos, que jugará un papel crucial en la era post-Tenzin Gyatso.
Esta es una guía para entender a los actores más importantes cuyo poder, influencia y legitimidad definirán el destino del Tíbet.
El panchen lama: La sucesión secuestrada
Quién es: Tradicionalmente, es la segunda figura de mayor rango en la escuela Gelug, la misma del dalái lama. Su papel es interdependiente y vital: el panchen lama participa en la búsqueda y reconocimiento de la reencarnación del dalái lama, y viceversa.
La historia: La crisis actual del Tíbet se encarna en la existencia de dos panchen lamas. En 1995, el dalái lama reconoció a Gedhun Choekyi Nyima, un niño de seis años.
A los tres días, el pequeño y su familia desaparecieron sin dejar rastro, secuestrados por las autoridades chinas y convirtiéndose en «el preso político más joven del mundo».
En su lugar, Pekín impuso a su propio candidato, Gyaincain Norbu, un joven educado bajo el control del Partido Comunista.
Su importancia: El caso del panchen lama es el símbolo central del control que China quiere ejercer y el presagio de su estrategia. Al crear una «reencarnación» alternativa, Pekín fracturó un linaje sagrado.
Lo que el mundo presencia con los dos panchen lamas es el ensayo general de la estrategia que Pekín previsiblemente aplicará con el 15º dalái lama.
El Karmapa: El joven león
Quién es: Ogyen Trinley Dorje, la cabeza de la escuela Kagyu, una de las cuatro principales del budismo tibetano. Es, tras el dalái lama y el panchen lama, la figura más venerada y con mayor influencia espiritual.
La historia: Su caso es único. Fue uno de los pocos lamas reconocidos tanto por el dalái lama como por el gobierno chino. Sin embargo, en una espectacular huida a finales de 1999, escapó del Tíbet y llegó a la India para estar junto al dalái lama.
Su importancia: Es joven (con 40 años recién cumplidos), carismático, y tiene un enorme atractivo para las nuevas generaciones de tibetanos. Muchos lo ven como una posible figura de liderazgo espiritual transitorio durante el vacío que deje el dalái lama.
El Sikyong (Líder Político): El poder democrático
Quién es: Es el jefe de la Administración Central Tibetana (CTA), el gobierno en el exilio con sede en Dharamshala. A diferencia de los lamas, es un líder secular elegido democráticamente por la diáspora tibetana. Actualmente, el cargo lo ocupa Penpa Tsering.
La historia: Su rol es el resultado de la decisión más revolucionaria del dalái lama: en 2011, renunció a todo su poder político para traspasarlo a una figura electa y asegurar una continuidad de gobierno que no dependiera del lento proceso de la reencarnación.
Su importancia: El Sikyong representa la «vía política» y la cara institucional del movimiento, separa el poder terrenal del espiritual, garantizando que, pase lo que pase con la reencarnación, el gobierno tibetano en el exilio siga funcionando.
El Oráculo de Nechung: La voz del protector
Quién es: No es un lama reencarnado de alto linaje, sino un monje específico de un monasterio concreto que sirve como médium para Dorje Drakden, la principal deidad protectora del Tíbet y del dalái lama. A través de un violento y profundo trance, el Oráculo ofrece consejo y profecías.
La historia: Su papel ha sido históricamente decisivo. Fue el Oráculo de Nechung quien, en 1959, aconsejó formalmente al dalái lama que huyera del Tíbet ante la inminente amenaza china.
Su aparición en los rituales, ataviado con un pesadísimo traje de brocados y un yelmo que, es uno de los momentos más impactantes de la liturgia tibetana.
Su importancia: En un mundo de política y diplomacia, el Oráculo representa la dimensión mística e intangible que sigue siendo fundamental. Su consejo tiene peso en asuntos de seguridad simbólica y espiritual.
Un futuro de alianzas y tensiones
El futuro del Tíbet no se decidirá como en una monarquía hereditaria simple, sino a través de un complejo sistema de equilibrio entre lamas reencarnados con legitimidad histórica, líderes democráticos con un mandato popular y protectores místicos que guían el camino espiritual.
El mayor desafío será cómo esta red de poder y fe funcionará sin la autoridad unificadora del 14º dalái lama, y cómo esta alianza resistirá la presión de China decidida a reescribir su destino.