Chris Paul entró el lunes en un Intuit Dome vacío, miró el enorme halo y vio su nombre. Su camiseta número 3 colgaba en el vestuario local.

Ambas cosas confirmaron que Paul había vuelto a donde llevaba mucho tiempo deseando estar: con Los Angeles Clippers. Firmó la semana pasada como suplente con la esperanza de ganar un campeonato de la NBA junto a Kawhi Leonard y James Harden.

«Es algo salvaje, algo loco, todavía me deja sin palabras», dijo Paul. «Es una de esas cosas que manifiqué durante mucho tiempo, intenté que existiera, pero nunca se sabe si realmente sucederá».

El verano pasado, Paul se puso en contacto con el propietario de los Clippers, Steve Ballmer, y le pidió una visita al Intuit Dome, que abrió hace casi un año.

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«Estaba echando un vistazo porque no sabía si había algún jugador del equipo actual y me preguntaban: ‘¿Qué demonios hace aquí dando vueltas?’», dijo Paul sonriendo. «Pasear ahora mismo es una sensación totalmente diferente».

Paul miraba con frecuencia a su familia sentada en la primera fila: su esposa Jada, su hijo Chris Jr. de 16 años y su hija Camryn de 12. Siguieron viviendo en Los Ángeles cuando dejó los Clippers hace seis años. Eso los llevó a ver a su padre por televisión y a tener breves conversaciones telefónicas antes de ir a la escuela.

“Me encanta jugar al baloncesto, me encanta jugar a este deporte, pero amo a mi familia más que a nada de eso”, dijo.

Ya está recuperando el tiempo perdido.

Levantó pesas con su hijo y recientemente regresó de asistir al torneo de baloncesto AAU de su hija.

“A decir verdad, mi esposa y mis hijos probablemente ya se cansaron de mí”, dijo. “Desde que me enteré, cada vez que estamos en casa, no hago más que decir: ‘Ya estoy en casa, ya estoy en casa’”.

Paul dejó los Clippers por los Houston Rockets en 2017 porque sintió que era hora de un cambio y quería competir por un campeonato con Harden.

«Es increíble tener esta oportunidad de nuevo después de esos dos años y del éxito que tuvimos», dijo Paul. «Sabemos que teníamos asuntos pendientes, así que tenemos la oportunidad de ver qué está pasando aquí».

Tras dos temporadas en Houston, Paul se fue a Oklahoma City por una temporada. Después pasó tres años con Phoenix y uno con Golden State antes de unirse a los Spurs la temporada pasada. Terminaron 13.º en la Conferencia Oeste con un récord de 34-48.

«Quería volver a jugar aquí a toda costa», dijo Paul. «No me importaba ni cómo lucía el equipo, solo quería estar en casa, estar aquí con los Clippers».

Paul se une a la superestrella de Los Ángeles Lakers, LeBron James, como jugadores activos de 40 años en la NBA.

«Va a ser genial», dijo. «Es una gran gratitud poder seguir jugando a esta edad».

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