La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, manifestó que la salud mental “dejó de ser prioridad durante muchos años” en República Dominicana, lo que ha generado una deuda social que hoy se expresa en hechos trágicos como la muerte de al menos siete menores de edad a manos de sus propios padres en lo que va de agosto.
Tras la reunión de la Fuerza de Tarea Conjunta, encabezada por el presidente Luis Abinader, en la que participó el ministro de Salud Pública, Víctor Atallah, la funcionaria advirtió que el problema trasciende el ámbito sanitario y debe asumirse también como un asunto de seguridad, de protección de la niñez y de otros grupos vulnerables.
»La salud mental dejó de ser una prioridad hace muchos años, donde estamos retomando también iniciativas articuladas, porque, a pesar de que un tema de salud es un tema de seguridad», puntualizó.
Raful advirtió que la política pública nacional necesita mayor respaldo en recursos económicos, tecnología y personal especializado, con el fin de desarrollar una labor preventiva que evite desenlaces tan dolorosos como los registrados en las últimas semanas.
“Hay una gran deuda social en este país de crear no solamente establecimientos, sino también mayores centros donde la gente tenga accesibilidad a un nivel de gratuidad o de mayor garantía para poder buscar ayudas”, expresó.
Pospandemia
La ministra recordó que, tras la pandemia, la salud mental se agudizó en todo el mundo y República Dominicana no ha sido la excepción. Esto, dijo, hace más urgente reforzar la capacidad de respuesta estatal.
En ese contexto, destacó la ausencia de centros especializados accesibles y gratuitos, así como la falta de programas de formación que orienten a la ciudadanía sobre cómo detectar señales de violencia y manejar situaciones críticas dentro de los hogares.
“En algunos momentos es algo integral, es un tema de formación, es un tema de necesidades, es un tema de capacidad de respuesta del Estado Dominicano y todos tenemos que vernos ahí porque todos podemos ser víctimas en algún momento determinado, víctimas silenciosas de algo que afecte nuestra salud mental. Buscar ayuda oportuna y tener realmente una asistencia identificable que el Estado pueda proveer es fundamental”, subrayó.
Frente a los recientes casos de infanticidios, feminicidios y homicidios que han conmocionado al país, hizo un llamado a la corresponsabilidad social, recordando que este es un desafío que no compete solo al Gobierno, sino que exige la participación activa de toda la sociedad.
“Necesitamos un trabajo comprometido y genuino para poder ayudarnos entre todos”, concluyó.