El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo el martes que el gobierno estadounidense revocó la visa de su ministro de Justicia, una decisión que calificó de «irresponsable», en medio de una crisis diplomática entre ambos países.
Durante una reunión de gabinete en Brasilia, transmitida en directo, el mandatario izquierdista expresó «solidaridad» a su ministro Ricardo Lewandowski, «ante el gesto irresponsable de Estados Unidos de revocarle la visa«.
El gobierno de Donald Trump ha impuesto aranceles punitivos contra Brasil, así como retiro de visas y sanciones financieras a altos funcionarios en reacción al juicio por presunto golpismo contra su aliado, el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022).
«Esas actitudes son inaceptables, no sólo contra el ministro sino contra todos los magistrados de la corte suprema, contra cualquier personalidad brasileña«, agregó Lula.
En la reunión, centrada en los aranceles estadounidenses, Lula y varios de sus ministros lucieron una gorra azul con el lema «Brasil es de los brasileños«.
La situación judicial de Bolsonaro, que se declara inocente, ha suscitado fuertes tensiones entre Brasil y Estados Unidos.
– El bolsonarismo en EEUU –
La fiscalía acusa al ultraderechista de haber conspirado junto a varios colaboradores cercanos para mantenerse en el poder tras salir derrotado ante Lula en las elecciones de 2022.
La revocación de la visa del ministro brasileño aún no ha sido confirmada por el Ministerio de Justicia ni por las autoridades estadounidenses contactadas por la AFP.
La semana pasada, Paulo Figueiredo, un influencer brasileño residente en Estados Unidos, mencionó esta sanción en la red social X.
Figueiredo y Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, quien también reside actualmente en Estados Unidos, llevan adelante un intenso lobby ante el gobierno estadounidense para que adopte medidas contra las autoridades brasileñas.
– «Traición» –
«Es probablemente una de las peores traiciones que ha sufrido la patria«, declaró Lula el martes, en clara alusión a ese lobby.
«No hay nada más grave (…) que un hijo financiado por su familia infundiendo mentiras e hipocresía en otro estado contra Brasil«.
El miércoles la policía brasileña recomendó imputar a Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo por supuestamente obstruir el proceso penal por intento de golpe en 2022.
Trump impuso aranceles punitivos de 50% a muchos productos brasileños bajo el argumento de que existe una «caza de brujas» contra Bolsonaro.
En julio Washington suspendió la visa del juez Alexandre de Moraes, a cargo del juicio, y a otros magistrados de la corte suprema.
Además, aplicó a Moraes la llamada ley Magnitsky, un instrumento para sancionar financieramente a supuestos violadores de derechos humanos en el mundo.
Esa legislación implica el bloqueo de eventuales activos de Moraes en Estados Unidos y la prohibición a ciudadanos y empresas estadounidenses de hacer negocios con él.
Pero una fuente judicial brasileña dijo a la AFP que «el juez no tiene bienes en Estados Unidos«.
Bolsonaro, líder de la derecha y ultraderecha brasileñas, se encuentra en prisión domiciliaria preventiva y puede enfrentar más de 40 años de prisión.
La corte suprema dará a conocer su veredicto sobre Bolsonaro a partir del 2 de septiembre.