Después de casi veinte años juntos, Nicole Kidman, de 58 años, y Keith Urban, de 57, han decidido tomar caminos separados, poniendo fin a un matrimonio que muchos consideraban inquebrantable.
Según medios como PageSix y TMZ, fue el cantante quien tomó la decisión, pese a los esfuerzos de la actriz por salvar la relación.
El pasado junio, cuando se cumplían 19 años de su boda, Kidman compartió en sus redes sociales una fotografía en blanco y negro de ambos con la frase «Feliz aniversario, cariño».
Urban, en cambio, no celebró públicamente la fecha y sus últimas imágenes junto a ella en redes sociales datan de mayo. Su última aparición en público como pareja fue en junio, en un partido de fútbol en Nashville.
Mientras Kidman se enfoca en el cuidado de sus dos hijas adolescentes, Sunday Rose y Faith Margaret, de 14 y 17 años, Urban se ha instalado en Nashville desde finales del verano, alejándose de la residencia familiar en Australia.
Las razones detrás de la ruptura permanecen desconocidas, lo que ha generado sorpresa entre sus seguidores, quienes siempre los consideraron una de las parejas más sólidas de Hollywood.
La historia de amor comenzó en Los Ángeles, California, donde se conocieron en un evento y, un año y medio después, en junio de 2006, formalizaron su relación con el matrimonio.
Juntos han criado a sus dos hijas: Sunday Rose, nacida en 2008, y Faith Margaret, nacida en 2010 a través de un vientre de alquiler.
Urban ha confesado en varias ocasiones que su relación con Kidman le ayudó a superar sus adicciones, especialmente el alcoholismo. Por su parte, la actriz siempre ha descrito a su esposo como un refugio, sobre todo tras su tormentoso matrimonio con Tom Cruise.
A pesar del fin de esta etapa, ambos mantienen el respeto y el cariño que los unió durante tantos años.