Este artículo fue publicado originalmente en El Día.
La comunidad internacional de escaladores y seguidores en redes sociales quedó consternada tras conocerse la muerte de Balin Miller, joven alpinista de 23 años e influyente creador digital, quien falleció el miércoles 2 de octubre de 2025 al caer desde El Capitán, la emblemática pared de granito del Parque Nacional Yosemite, en California, mientras transmitía en vivo.
El accidente, que generó una ola de reacciones y abrió nuevamente el debate sobre los riesgos de la escalada extrema y su exposición mediática, ocurrió cuando Miller realizaba una ascensión en solitario con cuerda técnica conocida como lead rope soloing en la ruta Sea of Dreams, de unos 730 metros de altura.
Según relató su hermano mayor, Dylan Miller, el joven ya había alcanzado la cima y, al descender, posiblemente llegó al final de la cuerda y cayó mientras intentaba recuperar su equipo. Una espectadora identificada como Michelle Derrick confirmó en Facebook que la caída se produjo al intentar desatascar unas bolsas durante el izado, todo ello transmitido en directo a través de TikTok.
La noticia fue confirmada por su madre, Jeanine Girard-Moorman, quien expresó su dolor en redes sociales y en declaraciones a Associated Press:
“Ha estado escalando desde que era un niño. Su corazón y su alma estaban realmente dedicados a escalar. Amaba este deporte y nunca lo hizo por dinero ni fama”.
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En una publicación en Facebook, agregó:
“Con el corazón destrozado debo decirles que mi increíble hijo Balin Miller murió hoy en un accidente de escalada. Mi corazón está hecho añicos. No sé cómo superaré esto. Lo amo tanto. Quisiera despertar de esta horrible pesadilla”.
La pérdida de Miller impactó de inmediato en la comunidad de escaladores y entre sus miles de seguidores. En Instagram, donde acumulaba más de 4,500 seguidores, los mensajes de tributo lo recordaron como el “chico de la tienda naranja”, en alusión a su característico campamento en El Capitán. Su hermano Dylan, también escalador, lo describió como su inspiración:
“Yo soy su hermano mayor, pero él era mi mentor. Decía que se sentía más vivo cuando escalaba”.
Una trayectoria marcada por hazañas
Nacido en Alaska, Miller creció entre montañas junto a su hermano y su padre, ambos escaladores. Su carrera deportiva acumulaba logros destacados: en junio de 2025 completó en solitario la ruta Slovak Direct en el Monte McKinley, considerada una de las más exigentes del mundo, en solo 56 horas. También había escalado en Patagonia y en las Rocosas Canadienses, donde repitió, tras 37 años, la legendaria vía de hielo Reality Bath.
Más allá de sus hazañas, Miller era conocido por su estilo carismático y distintivo: solía pintarse una franja de purpurina en las mejillas, que él mismo definía “como un guerrero antes de la batalla”.
El escenario del accidente
El Capitán, con casi 900 metros de altura, es una de las paredes de granito más famosas y desafiantes del planeta. Ha sido escenario de gestas históricas, como el primer ascenso en solitario sin cuerda en 2017. Según AP, el de Miller fue el tercer fallecimiento relacionado con actividades de montaña en Yosemite durante el verano de 2025.
El accidente coincidió con el cierre parcial del gobierno federal en EE. UU., lo que mantuvo abierto el parque pero con operaciones limitadas. Autoridades del Servicio de Parques Nacionales informaron que la investigación sobre el incidente continúa en curso.
El legado de Balin Miller
Con apenas 23 años, Miller dejó una huella en el alpinismo internacional y en la comunidad digital. Sus seguidores lo recuerdan como alguien que escalaba por pasión y por amor al desafío, no por fama. Para la comunidad de la montaña, su ausencia significa una pérdida difícil de dimensionar.
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