Este artículo fue publicado originalmente en El Día.
Santo Domingo.– La industria farmacéutica es, según la doctora Karen Tamariz, una de las más importantes a nivel mundial de ahí que es la de mayor regulación.
“Es la industria que prepara, investiga e innova para desarrollar moléculas capaces de cubrir enfermedades, sean estas comunes o de carácter poblacional”, afirma Tamariz, quien subraya que su aporte al desarrollo de la salud es innegable.
La experta destaca, además, la fortaleza de la industria nacional en República Dominicana.
“Tenemos una industria muy robusta, con productos de alta calidad. Como en todas las áreas, habrá algunos traviesos, pero contamos con laboratorios y fabricantes de primera línea”, comenta. Sin embargo, alerta sobre la complejidad de conjugar ciencia, actividad y negocio dentro del sistema de salud, especialmente en países donde la institucionalidad es débil, lo que genera vulnerabilidad en la autorización y uso de medicamentos y productos sanitarios.

Los laboratorios médicos
“Las competencias y roles profesionales están claramente definidos. Por ejemplo, la Ley General de Salud 42-01 establece que médicos y odontólogos no deben tener vínculos comerciales con la industria farmacéutica durante la práctica clínica, para evitar conflictos de interés”, dijo la farmacéutica en el Programa El Día.
Sin embargo, añade, “los laboratorios pueden organizar congresos o seminarios, incluso viajes, algo que en otros países está altamente regulado”.
Tamariz subraya que la presencia de farmacéuticos en el sistema de salud es crucial para garantizar la seguridad de los pacientes.
“Cuando desvinculas a un experto en medicamentos y no lo reemplazas por alguien con la misma competencia, se pierde un control clave. El farmacéutico concilia la prescripción médica, asegurando que el medicamento indicado sea el correcto, en la dosis adecuada y por la vía apropiada para cada paciente”, explica.
Falta de controles y sus riesgos
En este sentido, alerta sobre los riesgos de la falta de control en el uso de productos sanitarios, poniendo ejemplos de casos de mala praxis en cirugías ortopédicas o medicamentos administrados a mujeres embarazadas.
“Cuando no se implementan controles adecuados, pueden ocurrir reacciones adversas graves, toxicidad o incluso efectos teratogénicos en los recién nacidos. Por eso, el farmacéutico debe tener un rol transversal en todas las etapas del sistema de salud”, señala.
El comercio farmacéutico
Tamariz explicó que en algunos casos una sola cadena de farmacias puede concentrar gran parte de las ventas dentro del sistema de seguridad social, lo que genera dudas sobre libre competencia y acceso a medicamentos de calidad.
Sin embargo, aclara que la regulación del Ministerio de Salud Pública es fundamental para garantizar que los productos cumplan con los estándares sanitarios, independientemente de la competencia comercial.
La experta destaca la importancia del uso de medicamentos genéricos en el país.
“Existen tres tipos de medicamentos: los innovadores con patente vigente, los genéricos con marca y los genéricos por principio activo. Todos garantizan que el paciente reciba la indicación correcta, pero los genéricos permiten universalidad y estandarización a nivel internacional”, dijo Tamariz.
Señaló que la preferencia de algunos médicos por marcas específicas responde a criterios de bioequivalencia, seguridad y confianza en la calidad del producto, sobre todo en especialidades como cardiología o infectología.
Además, la doctora enfatiza la necesidad de sistemas de historia clínica homologados, que permitan auditorías médicas efectivas y eviten errores de medicación o interacciones peligrosas entre fármacos.
“Si un paciente recibe diclofenaco e ibuprofeno simultáneamente, esto puede ser contraindicado. La farmacovigilancia y la auditoría farmacoterapéutica son herramientas esenciales para garantizar la seguridad del paciente, pero en muchos casos no se aplican adecuadamente en República Dominicana”, apuntó.
Tamariz también criticó la falta de farmacéuticos en el Sistema Nacional de Seguridad Social y en instituciones clave como Seguro Nacional de Salud (Senasa).
“El farmacéutico debe ser un aliado transversal, desde la regulación hasta la dispensación, garantizando calidad y seguridad. Sin su presencia, el sistema queda vulnerable a prácticas inadecuadas o riesgos para la salud de los pacientes”, señala.
Sobre los contratos de medicamentos de alto costo, la especialista advierte sobre la necesidad de criterios técnicos claros y transparentes.
“Cuando se adquieren medicamentos de alto costo, el Estado debe asegurar eficiencia, ahorro y acceso seguro a los pacientes. Cada paso debe estar basado en ciencia y regulación, no en improvisación o intereses comerciales”, afirma.
Finalmente, Tamariz resalta la relevancia de educar a la población sobre la correcta utilización de medicamentos y la importancia de consultar siempre a profesionales calificados.
“El paciente debe entender que la receta médica no es un trámite burocrático, sino una herramienta para proteger su salud. La combinación de ciencia, regulación y farmacéuticos competentes es la única manera de garantizar tratamientos seguros y efectivos”.
La publicación Farmacéutica denuncia irregularidades que podrían poner en peligro tu vida apareció primero en El Día.