El sueño volvió a romperse. Los Marineros de Seattle dejaron escapar una ventaja en el Juego 7 y cayeron 4-3 ante los Azulejos de Toronto, alargando una maldición que ya lleva casi medio siglo: son el único equipo de las Grandes Ligas que nunca ha disputado una Serie Mundial.
A solo nueve outs de hacer historia, Seattle fue víctima de una remontada liderada por George Springer, quien conectó un jonrón de tres carreras en la séptima entrada para sellar el pase de los canadienses al Clásico de Otoño por primera vez desde 1993. La serie terminó 4-3 a favor de Toronto.
Seattle, fundado en 1977, ha visto pasar generaciones de peloteros, temporadas memorables, récords individuales, y aun así, nunca ha logrado romper el muro de la Serie de Campeonato. Esta fue su cuarta aparición en esa instancia, y nuevamente, el final fue amargo.
Un golpe más a la historia de Seattle
«Esto duele, y va a doler por un buen tiempo», reconoció el mánager Dan Wilson, visiblemente afectado tras el partido. «Estábamos tan cerca. El tipo de temporada que hicimos, lo que lograron estos muchachos… es una pena terminar así».
Seattle había tomado ventaja temprano gracias al poder ofensivo de Julio Rodríguez, quien conectó un jonrón en la tercera entrada, y de Cal Raleigh, que hizo lo propio en la quinta. Llegaron a estar 3-1 arriba, con control del juego, la energía de su lado y una oportunidad real de hacer historia.
Pero todo cambió en la séptima. Con corredores en segunda y tercera y un solo out, el relevo no pudo contener a Toronto. El venezolano Eduard Bazardo permitió el cuadrangular de tres carreras de Springer que silenció a los fanáticos de Seattle y desató la locura en el Rogers Centre.
Una temporada histórica, pero insuficiente
A pesar del doloroso desenlace, los Marineros protagonizaron una temporada que quedará en los libros de la franquicia: grandes actuaciones individuales, remontadas memorables y la convicción de que el equipo estaba listo para dar el salto.
Pero la maldición sigue viva. Ni la magia de Rodríguez, ni el liderazgo de Raleigh, ni los esfuerzos del bullpen pudieron cambiar la historia.
«No hay palabras que alivien esto ahora», agregó Wilson. «Solo podemos mirar hacia adelante y seguir creyendo que algún día lo lograremos».
Mientras tanto, Toronto celebra
Del otro lado, los Azulejos celebran su regreso a la Serie Mundial después de más de 30 años. Con un estadio repleto y una ciudad entregada, los canadienses buscarán su tercer título ante los Dodgers de Los Ángeles, vigentes campeones.
Para Seattle, en cambio, queda la herida abierta de otra oportunidad perdida… y la esperanza, siempre esquiva, de que la próxima vez sea distinta.