El Gobierno de Cuba está comunicando a las empresas extranjeras que no van a poder extraer ni transferir al exterior las divisas que tienen depositadas actualmente en bancos del país, confirmaron a EFE múltiples fuentes empresariales y diplomáticas.
De forma paralela se les está ofreciendo a las empresas la posibilidad de abrir un nuevo tipo de cuentas bancarias, denominadas “reales”. Estas deben ser alimentadas con divisas procedentes del extranjero y, a cambio, sí podrán emplearse para transferencias al exterior y retiradas de efectivo.
La medida, un reconocimiento del “corralito” no explícito que sufre el país desde hace meses, generaliza el modelo que las autoridades cubanas probaron en la primera mitad de este año con un puñado de empresas extranjeras y que adelantó EFE el pasado abril.
El plan se inserta dentro del nuevo mecanismo de gestión, control y asignación de divisas que preveía, aunque sin detalles, el Programa de Gobierno para Corregir Distorsiones y Reimpulsar la Economía, el plan de medidas anticrisis recientemente publicado.
Problemas para extraer divisas
Algunas empresas extranjeras han indicado sin embargo que también en estas cuentas “reales” se están produciendo problemas para extraer divisas en efectivo y repatriar dinero.
Además, la Cancillería cubana reunió este miércoles al cuerpo diplomático para comunicarles un mecanismo similar para paliar las dificultades financieras que sufren las representaciones de otras naciones, aunque sin llegar a tener que abrir una cuenta “real”.
Se les explicó que en breve se va a anunciar una fecha parteaguas para sus cuentas: las divisas procedentes del exterior que se ingresen a partir de ese momento podrán teóricamente extraerse y transferirse al extranjero. La disposición de los fondos previos no está garantizada, agregaron.
Estos anuncios, que evidencian la crisis bancaria, económica y financiera que sufre la isla, tienen lugar en un momento en el que muchas empresas extranjeras están experimentando serias dificultades por la falta de liquidez del sistema bancario (estatal) y las graves distorsiones en la tasa de cambio (las personas jurídicas deben operar a 24 pesos por dólar cuando el cambio en la calle del billete verde se sitúa en torno a los 450).
La medida tiene además lugar meses después de que se les anunciase por sorpresa a todas las entidades extranjeras que debían empezar a pagar en dólares los alquileres de los inmuebles que rentan a empresas inmobiliarias estatales y los salarios de sus empleados (que se abonan a través de una empleadora estatal que percibe una comisión).
Ni el Gobierno cubano ni el Banco Central de Cuba (orgánicamente dependiente del Ejecutivo) han informado públicamente de estas medidas ni explicado las causas, aunque expertos y observadores creen que las autoridades han recurrido a las divisas previas en estas cuentas para poder realizar pagos al exterior.


