Fisher-Price ha anunciado este viernes la retirada de 4,7 millones de cunas por las informaciones que vinculan ese modelo a la muerte de más de 30 bebés. El anuncio de la retirada ha sido hecho por la propia compañía y por la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC) de Estados Unidos.
Fisher-Price «anuncia la retirada voluntaria de todas las unidades del ‘Rock’n Play Sleeper’ debido a los casos reportados de muertes de niños mientras se encontraban en el columpio ( …) sin estar atados», escribió en su cuenta de Twitter.
El 5 de abril, la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo emitió una advertencia sobre el producto, recordando la muerte de 10 bebés desde 2015 «después de que los bebés se hubieran girado boca abajo o de costado, sin estar atados», por las correas de la silla.
Fisher-Price defiende la seguridad de sus productos y dice que es un compromiso ineludible, pero acepta que la retirada de la cuna es la mejor solución, según un comunicado difundido por la empresa en su página web.
«Sostenemos que nuestros productos son seguros. Sin embargo, debido a los incidentes reportados en los casos en que el producto se utilizó sin seguir las advertencias e instrucciones de seguridad, decidimos retirar voluntariamente [las cunas]«, señaló en un comunicado Mattel, propietaria de Fisher-Price.
El lunes, la asociación de protección al consumidor Consumer Reports cuestionó este modelo de silla, asociándolo con la muerte de «al menos 32 bebés».
Al día siguiente, la Asociación Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) solicitó a la comisión encargada que retirara del mercado el modelo «Rock’n Play Sleeper».