Las Procuradurías Viejas de Venecia, los tres grandes edificios longitudinales que rodean la emblemática plaza de San Marco, abren hoy al público por primera vez en 500 años, gracias a un intenso trabajo de recuperación llevado a cabo por el prestigioso arquitecto británico David Chipperfield.
Cinco años han sido necesarios para que Chipperfield (Londres, 1953) devolviera el brillo original al interior de este magestuoso edificio, que se extiende a lo largo de 152 metros, desde la Torre del Reloj hacia el Ala Napoleónica de la Plaza de San Marco.
Terminado en el siglo XVI por el arquitecto Jacopo Sansovino, tenía como propósito convertirse en el lugar de trabajo y en hogar de los procuradores de la República de Venecia, el cargo vitalicio más ilustre de entonces después del ‘dux’.
El palacio es propiedad del grupo asegurador italiano Generali desde 1832 y quiere ahora convertirse en un centro mundial para fines sociales.
La tercera planta, abierta al público que antes solo podía contentarse con tomar fotos de la fachada, acogerá una exposición sobre la labor de The Human Safety Net, la fundación de la aseguradora italiana dedicada a proyectos sociales.
Las Procuradurías renovadas también tendrán un auditorio para celebrar congresos y eventos sobre sostenibilidad, y un espacio de oficinas de representación de la aseguradora italiana.
«Reparar, reunificar y adaptar las muchas capas de esta estructura histórica ha sido un desafío muy complejo y gratificante que nos vuelve a conectar con el poder de la arquitectura como sustancia física y como proceso de colaboración», destacó Chipperfield en una nota.
De forma paralela, Generali también ha firmado un acuerdo de colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para explorar nuevos instrumentos que atraigan capital de riesgo, fortalezcan a las pymes, aumenten la resiliencia climática y financiera, y generen valor en el ámbito del desarrollo sostenible.