El director del hospital traumatológico Darío Contreras, César Roque, indicó este martes que el centro de salud reforzó su personal e insumos en almacén para recibir todas las emergencias que pudieran suscitarse durante el asueto por Semana Santa.
Acogido a las ordenanzas del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), como parte del operativo “Conciencia por la Vida Semana Santa 2022”, el cual empieza formalmente el próximo 14 de abril y culminará el domingo 17, Día de Resurrección, a las 6:00 de la tarde, el traumatológico cuenta con médicos, enfermeras, camilleros, disponibilidad de camas, personal de seguridad y de mantenimiento para operar sin contratiempos.
Precisó que, en períodos regulares, “este hospital maneja de 200 a 300 emergencias de trauma por día, con una infraestructura preparada para esos fines”, lo que les garantiza las habilidades para el manejo de posibles sucesos en la Semana Mayor.
“Ahora es cuando menos se puede bajar la guardia, debido al levantamiento de las medidas que había por la pandemia y enfocarnos en los días feriados que se aproximan, debido a que habrá mayor flujo de personas movilizándose de un lugar a otro”, señaló el director.
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Con relación al número de camas, el doctor Roque afirmó que el hospital tiene espacio para 282 pacientes y esperan tener “unas 100 camas vacías”.
Asimismo, adelantó que estarán trabajando en conjunto con el hospital traumatológico Ney Arias Lora, de Villa Mella, para garantizar la disponibilidad de camas.
El hospital, gracias al Programa de Medicamentos Esenciales y Central de Apoyo (Promese/Cal), ha reunido insumos suficientes para garantizar atención oportuna a la población ante el posible incremento en la demanda de servicios durante el feriado de la Semana Santa.
“Estamos full de inventario”, afirmó con entusiasmo el director del traumatológico.
El centro hospitalario cuenta también con cisterna y tres plantas eléctricas, “llenas de combustible”.
Roque pidió a la población manejarse con cordura y recordar “que el mundo no se acaba ahora». «Es mejor prevenir que remediar, pero, si las cosas ocurren, el hospital está preparado con su cartera de servicios completamente abierta”, aseguró.
Corrigiendo filtraciones
Todavía se observan vestigios de las filtraciones en los plafones del techo. (NEAL CRUZ)
Con relación a las filtraciones que por años se han denunciado en el recinto, el doctor Roque aseguró que “la planta física ya dejó de meter agua”, luego de una inversión de 32 millones de pesos en reparaciones solo en techo.
“El techo tenía un vicio de construcción que desde que lo inauguraron era metiendo agua… siete años metiendo agua”, dijo Roque al referirse al remozamiento del centro hospitalario que concluyó en el año 2015.
En el área de facturación en el primer nivel aún se observan vestigios en los plafones, aunque efectivamente, sin rastros de goteras en el suelo.